Alfonso Santisteban: Spanish Moog - BCBlog
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Alfonso Santisteban: Spanish Moog

(ENGLISH TEXT BELOW)
Pocas cosas se me ocurren más españolas que la obra de Alfonso Carlos Santisteban, tanto para lo bueno como para lo malo. Personaje y escenario siempre de la mano, muchas veces de manera tan casual como inevitable, en él colisionaban, en una extrañamente controlada implosión, la imaginación y la rutina, el talento y la necesidad, lo genial y la mundanidad más prosaica.
Si algo se le puede achacar a Santisteban–de hecho uno cree que sería su impronta y también su tara- fue el vivir, el respirar música. Acaso fuese lo único –militancia bon vivant aparte- que realmente le importase. Estajanovista indesmayable para con la canción española, le daba igual que fuese copla, rumba, pop o Soul y que fuese esta para Bambino, La Polaca, Mara Lasso, Calibre 38, Ellas o Mila. Sincero devoto del jazz y seducido de inmediato por la bossa (su cotizado “Bossa’68” para el sello Sintonía recoge su única incursión vocal, “Cariñosamente”) y su inmersión total en la música cinematográfica, en toda su obra, repleta tanto de las inevitables costuras como de momentos de genialidad, se le puede achacar dejadez y una sensación de logro inacabado, sí, pero del mismo modo resulta evidente su panorámica y osada visión musical, a veces tan temeraria como certera. Una insistencia diríase involuntaria en la plasmación del momento y de su tiempo que, paradójicamente, varias décadas después sea acaso lo que lo conceda la perdurabilidad.
Spanish Moog, el disco que tiene Adarce Records el placer de presentarles, es uno de los extraños y casi invisibles hitos musicales que nuestro hombre plasmaría en Italia. Santisteban había debutado en España, en la música para el cine, de la mano de Manuel Summers en 1968 con “¿Por qué te engaña tu marido?. A partir de ahí, como en él era norma, inmersión total, a saco, por necesidad tanto económica como vital. Aparte de algunos descabalgados singles, dos Lps en el sello Marfer publicados en 1973 y otro de 1976 en el sello Discophon recogen una pequeña parte de su ingente obra cinematográfica; “Separación matrimonial”, “Enseñar a un sinvergüenza”, “El padrino y sus ahijadas”, “El asesino esta entre los trece”, etecé, etecé.

Si algo se le puede achacar a Santisteban fue el vivir, el respirar música. Acaso fuese lo único –militancia bon vivant aparte- que realmente le importase. Estajanovista indesmayable para con la canción española, le daba igual que fuese copla, rumba, pop o Soul

Tal y como cuenta en su autobiografía (Alfonso Santisteban, “El mundo del espectáculo y la madre que lo parió”. Ediciones Foca, 2004), en 1973, por medio del director José Antonio de La Loma, conoce a dos de los jefes de la editorial italiana de bandas sonoras más importantes de Italia, Giuseppe Campi y Giuseppe Giachi. Tienen la intención de montar una delegación de C.A.M. (Creazione Artistiche Musicale) en Madrid para poder meter la cabeza en el mundo editorial español. Hay que recordar que estamos en la época más pujante de las coproducciones cinematográficas. Como gancho deciden contratar a dos compositores españoles; nuestro hombre y Waldo de Los ríos.
La decepción y la frustración llegaría pronto. Aparte de innumerables bandas sonoras para películas menores o directamente cochambrosas (“… Solo nos daban las películas de serie B, eróticas o comedias de segunda fila. La parte del león se la llevaban los músicos de prestigio internacional que también pertenecían a la editorial; Michel Legrand, Ennio Morricone, Stelvio Cipriani …”) Santisteban publicaría hasta 1975 cinco discos de Librería para C.A.M.; Ambiente e Folklore, Rinascimenti, Night Club, Situazione per Orchestra y este Spanish Moog.
Conviene aquí recordar lo que era la música de Librería; Literalmente no otra cosa que una biblioteca musical, un catalogo de fragmentos y piezas musicales ofrecidos a la carta para la posterior venta a producciones cinematográficas, tanto italianas como coproducciones. Unas veces compuestos ex profeso y en otras recopilaciones de piezas antiguas que los editores enmascaraban como nuevas para obtener réditos en forma de derechos. Spanish Moog es ejemplo sintomático de esto. Cinco de las canciones incluidas (Jugando al toro, Nuestro Ayer, Gitanos, Torremolinos Soul y Todo ha sido un sueño) fueron grabadas originalmente por Santisteban y Rafael Ferro en el disco Flamenco Pop (Sintonia, 1969) y tres más (Zorongo, Nuestro ayer y Tierra mojada) iban originalmente en “Sabor a fresa” (Belter, 1971) de La Nueva Banda de Santisteban. Todo un galimatías en el que nuestro hombre tendría mucho que ver.
Más allá de ese presunto filibusterismo editorial (y autoral, o no, vayan ustedes a saber, aún recuerdo la jugada del Bum Bum , pieza instrumental incluida en el citado Flamenco pop, primero en gloriosa versión de Chacho y más tarde, cambiado el título, ofrecida como “Llovió “por el trio Ellas) lo que queda finalmente es una gloriosa bacanal de grooves y beats; Un Moog omnipresente, Wah wah y Soul cañí de la mano en “Torremolinos soul”. Melancolía ensoñadora, fuzz y aires fronterizos en “Tierra mojada”, Impecables Beats morunos en la rotunda “Zorongo” (que luego reinventaría El Noi) , Funk y Folklore cosidos en “Noche en Marbella”, puro Blaixploitation espacial en “Tute de Reyes”…
Genio anárquico, vituperado o, peor aún, ninguneado, con Alfonso Carlos Santisteban, como sucede con otros pioneros y aventureros en este nuestro país, ocurre que la búsqueda de un lugar, sin más armas que su talento y temeridad, chocaría indefectiblemente con su ubicación en un tiempo que tenía perdido de antemano su lugar en los los anales de la historia. No se me ocurre mejor resumen de lo que fue su obra y su persona que la cita con la que eligió abrir su autobiografía;
… Hablo con la autoridad que me otorga el fracaso…

ENGLISH TEXT
I can think of fewer things more Spanish than the works of Alfonso Carlos Santisteban, both for good, and bad. Character and stage always hand in hand, many a time, as naturally as inevitably, a strangely controlled implosion of imagination and routine, talent and necessity as well as geniality and the most prosaic worldliness collided in his persona.
If we can blame Santisteban for anything –some may say it would be for his temper- it would be for the way he lived and breathed music. Probably the only thing (apart from the bon vivant militancy) really important to him. A tireless Spanish music workaholic, he made no differences between copla, rumba, pop or soul and didn’t mind if it was for Bambino, La Polaca, Mara Lasso, Calibre 38, Ellas or Mila. A sincere devotee of jazz and immediately seduced by bossa (his highly valued “Bossa ‘68” created for the label Sintonía includes his one and only vocal adventure “Cariñosamente”), as well as his total immersion in cinematographic music, his full works, full of inevitable flaunts as well as moments of geniality, can be critiqued for negligence and an unfinished sense of accomplishment, yes, but at the same time his panoramic view and daring musical vision, sometimes just as reckless as accurate, was evident. A, lets say, involuntary embodiment of the moment and its time, that has paradoxically made his work endurable several decades later.
Spanish Moog, an album Adarce Records has the pleasure to present, is one of those strange and almost invisible musical milestones that our man portrayed in Italy. Santisteban had debuted in Spain with the film soundtrack of Manuel Summers 1968 film ¿Por qué te engaña tu marido? From then on, as usual: total immersion, he went for it all, for both economical reasons as well as a vital necessity. Aside from some unsuccessful singles, two LPs for the label Marfer (released in 1973) and another for the label Discophon (1976) gather just a small part of his vast collection of film scores; “Separación matrimonial”, “Enseñar a un sinvergüenza”, “El padrino y sus ahijadas”, “El asesino esta entre los trece”, etc.

If we can blame Santisteban for anything  it would be for the way he lived and breathed music. Probably the only thing (apart from the bon vivant militancy) really important to him. A tireless Spanish music workaholic, he made no differences between copla, rumba, pop or soul

Just as he wrote in his autobiography (Alfonso Santisteban, “El mundo del espectáculo y la madre que lo parió”. Ediciones Foca, 2004), in 1973 and thanks to the help of José Antonio de La Loma, he met two of the capos of the most important film music publishing empire in Italy, Giuseppe Campi and Giuseppe Giachi. They were about to open a C.A.M. (Creazione Artistiche Musicale) delegation in Madrid so they could start building their business in the Spanish film industry. We have to remember that these were the most exciting times for film coproduction. The company started by signing two Spanish composers: our man, and Waldo de Los Ríos.
Deception and frustration would come soon. Apart from a large number of small (or more like embarrassing) film scores (“…they only gave us B series films, erotic o second rate comedies. The lions share went to the companies internationally renowned musicians; Michel Legrand, Ennio Morricone, Stelvio Cipriani …”). Santisteban published five library albums up until 1975 for C.A.M.: Ambiente e Folklore, Rinascimenti, Night Club, Situazione per Orchestra and this one, Spanish Moog.
This would be a convenient moment to remember what library music is; It is literally a music library, a catalogue of fragments and music pieces offered on a menu and sold afterwards to both co-producers as well as Italian film producers. The pieces were sometimes composed ex profeso and others times they would choose older pieces that publishers would disguise as new as to obtain revenue in the form of rights. Spanish Moog is a symptomatic example of this. Five of the songs included (Jugando al toro, Nuestro Ayer, Gitanos, Torremolinos Soul and Todo ha sido un sueño) were originally recorded by Santisteban and Rafael Ferro for the album Flamenco Pop (Sintonía, 1969), and three more (Zorongo, Nuestro ayer and Tierra mojada) were originally meant for “Sabor a fresa” (Belter, 1971) by La Nueva Banda de Santisteban.  A mess our man would also be highly involved in.
Beyond the supposed editorial filibusterism (that also happened with copyright, or maybe it didn’t, we’ll never know, but I still remember what they did with Bum Bum, an instrumental piece included in the above mentioned Flamenco Pop album, first with the glorious Chacho version and then later, with a completely new title ‘Llovió’ by the trio Ellas), what is left is a wonderful festival of grooves and beats; an omnipresent Moog, Wah Wah and ‘cañi’ soul blend in “Torremolinos soul”. Dreamy melancholy, fuzz and southern tocuh in “Tierra mojada”, impeccable arabesque beats in the steadfast “Zorongo” (that would later be reinvented by El Noi), funk and folklore sown tight in “Noche en Marbella” and pure space Blaxploitation in “Tute de Reyes”…
An anarchic genius, he was scorned on, or worst, ignored. Alfonso Carlos Santisteban, as like other pioneers and adventurers in our country, when in search of their place, with no other weapons than talent and recklessness, would collide inevitably with their location in a time already lost in the annals of history. I cannot think of a better way to resume his works and his person than the sentence he used to open his autobiography:
…I speak with the authority given to me by failure…

Podéis comprar el disco aquí / You can buy the record here
…o escuchar un par de temas aquí abajo / …or listen to a couple of songs below

[embedyt] http://www.youtube.com/watch?v=FMoDd58FPVg[/embedyt]
[embedyt] http://www.youtube.com/watch?v=hMyPKtveydk[/embedyt]


Don Sicalíptico
Flaneur despistado y conspicuo, con querencia a la cultura de solapa, Don Sicalíptico es un tipo gris y misterioso que regenta la bitácora Estudiodelsonidoesnob.wordpress.com, un lugar denominado por él como refugio de soledades y donde vierte y comparte, generalmente de manera atolondrada, sus querencias y filias musicales. Empeñado en la vindicación de cualquier legado musical que suscite su interés, especialmente aquel acaecido en nuestro país, ha tenido el placer de colaborar con sellos como Vinilisssimo, Guerssen, Adarce o Madmua, redactando notas, entre otras, para reediciones de discos de los Cheyennes, Vainica Doble, Brincos, El Pescailla, Susana Estrada, Claude Lombard, Curt Boettcher, Los Roller o Alfonso Santisteban.

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