Entrevista originalmente publicada en AbsolutZine.com, el 8 mayo de 2010
John Davis fue el batería de Q and not U y la mitad compositora del estupendo duo chico-chica de pop poderoso Georgie James. Ahora ocupa su tiempo con Title Tracks, su nuevo proyecto de banda, en la que la cosa bascula entre las influencias atemporales de su ciudad natal y el power-pop/new wave a lo Elvis Costello. Acaban de sacar un estupendo disco llamado It was Easy con la discográfica independiente Ernest Jenning Record co. que va a hacer las delicias de los seguidores de a los de Greg Shaw y Bomp Records, esos tipos con multitud de chapitas en el pecho, pantalones tobilleros y corbatas de dos dedos de ancho.
Me gustan mucho Title Tracks, pero también me gustan otras muchas cosas que el Sr. Davis ha hecho a lo largo de los años, así que he querido ir más allá de preguntarle como va la última gira, donde grabaron el último disco y de donde sacaron el nombre del grupo.
Sin más preambulos os dejo con otra de mis entrevista en la que salen a relucir más mis obsesiones que la de los tipos a los que pregunto. Un cero en la facultad de periodismo, fijo.
¿Cuál fue el primer concierto al que asististe en Washington, D.C. y cuando te metiste por primera vez en la escena punk de la ciudad? ¿Cuáles eran tus bandas favoritas en el momento? ¿Y ahora? Desde el exterior es difícil no hacer comparaciones con la tozuda exuberancia del “Revolution summer”…
Mi primer concierto punk en D.C. fue Fugazi, L7 y Bikini Kill, en el Sanctuary Theater en abril de 1992. Tuve que escaparme para poder ir y estaba muy nervioso acerca de cómo iba a ser todo. Fue extraño y sorprendente, tal y como esperaba. No podía creer que yo pudiera estar allí viendo a Fugazi charlando antes de que subieran al escenario. Aún más extraño fue verlos masajearse mutuamente la espalda antes de los bises. Estoy bastante seguro de que empecé a hacer estiramientos antes de cada concierto a partir de ese momento, como había visto hacer antes a Fugazi. Fue un gran, gran momento de mi vida. Más tarde, ese mismo año, mi banda empezó a tocar en diferentes sitios bizarros y empecé a analizar lo que tenía que hacer para involucrarme más en esta escena. Las cosas arrancaron de verdad una vez empecé mi fanzine y sello discográfico en 1993.
Por lo que respecta a hoy en día, algunas de mis bandas favoritas de la ciudad son Deleted Scenes, Edie Sedgwick, True Womanhood, The Points, The Cheniers, Imperial China y muchas otras. Las cosas en DC son definitivamente diferentes ahora que cuando me involucré por vez primera, pero hay mucha actividad y se sigue haciendo buena música.
Sólo por curiosidad: ¿Cuáles son tus discos favoritos de D.C./Dischord de todos los tiempos?
El álbum de Rites of Spring es probablemente mi disco favorito de D.C. de todos los tiempos, aunque In On The Killtaker de Fugazi está en un cercano segundo lugar. Otros de la ciudad que me molen incluyen Copacetic de Velocity Girl, Deep End de Tsunami, el CD con la discografía completa de Minor Threat, la cinta de Bad Brains en ROIR, Reflector de Antelope y muchos otros, estoy seguro.
¿
Cuando decidiste dejar de ser un mero espectador y empezaste a hacer fanzines, como Slanted y Held like Sound?
Empecé en 1993. Acababa de terminar mi tercer año de escuela secundaria y estaba realmente obsesionado con el punk de D.C. y la música indie. Había dos fanzines, en particular, que me impactaron mucho y que se llamaban Who Cares y Fake respectivamente. Básicamente me inspiré en esos dos cuando empecé a hacer Slanted (al que bauticé así en honor del Slanted and Enchanted de Pavement, un disco que me encantaba por aquel entonces). Mi primera entrevista fue con Guy Picciotto en el verano del 93. La hicimos antes de su concierto en Washington Monument, que sigue siendo uno de mis conciertos favoritos de todos los tiempos. Guy no parecía muy entusiasmado con la entrevista, pero aún así fue muy amable y cooperativo. Aún no sabiamos que ibamos a compartir local de ensayo una década más tarde. Hice Slanted durante dos años y lo dejé en 1995. Un año más tarde, puse en marcha un nuevo fanzine llamado Held Like Sound, que aspiraba a hacerse un hueco en el espectro de fanzines punk impresos en rotativa que estaban surgiendo en ese momento. Hice ese fanzine durante bastante tiempo, de hecho. Creo que el último salió en la primavera de 2001. Por aquel entonces ya estaba demasiado ocupado con Q and Not U para seguir haciendo el fanzine y, de todos modos, ya había perdido interés.
¿Empezaste a hacer fanzines y a tocar en grupos a la vez o eres el típico fanzinero reconvertido en músico y compositor? ¿En que fanzines y bandas has estado involucrado?
Primero fui músico, pero me encanta la música y hablar de ella, así que eso me llevó a los fanzines. Hice dos fanzines y algo así como un tercero para la emisora de radio en la que estaba cuando iba a la universidad. Uno de ellos se llamaba Close Captioned, del que, por desgracia, no me queda ninguna copia. Me gustaría volver a echarle una ojeada. En cuanto a bandas, he estado en Corm, The Elusive, Q And Not U, Georgie James y ahora Title Tracks.
Creo que el hilo conductor de la escena musical en D.C. que la ha hecho especial fue que se trataba de algo más que música. Se trataba de una comunidad y de sus ideales y de tratar de hacer algo diferente
¿Qué crees que hizo a la escena punk de Washington D.C. tan especial que incluso la gente bautizó su música como “sonido DC”? ¿Cómo definirías tú ese sonido? (Nota: me refiero aquí a la música punk de DC, no al Go-Go o cualquier otro tipo de música negra endémica de la capital de los EEUU, que sabemos que existe y que respetamos por igual)
Siempre he pensado que “Sonido D.C” es un nombre poco apropiado, ya que Fugazi no sonaban como Tsunami, Bad Brains no sonaban como Urban Verbs, Beauty Pill no sonaban como Q and Not U o Title Tracks no suenan como Casper Bangs, U.S. Royalty, Edie Sedgwick, These United States o cualquiera de las bandas que hay en la ciudad ahora mismo. Creo que el hilo conductor de la escena musical en D.C. que la ha hecho especial fue que se trataba de algo más que música. Se trataba de una comunidad y de sus ideales y de tratar de hacer algo diferente. Se trata de no tener miedo a hacer lo que quieres hacer musicalmente y de resistirse a hacer lo que hacen los demás. Todas las bandas en las que he estado, por lo general han sonado bastante diferentes entre sí, supongo que inspiradas por esta actitud local.
Siempre se ha bromeado sobre el hecho de que la mayoría de las bandas de Washington sólo duran lo suficiente para hacer un primer disco antes de separarse. Yo tengo otra teoría interesante: las bandas de D.C. duran lo mismo o más que los grupos de otras ciudades o países, la diferencia es que en D.C., a causa de Dischord y el resto estupendos sellos discográficos que hay o han habido (Lovitt, Sammich, Slowdime, etc.) tienen la oportunidad de dejar un documento sonoro antes de separarse ¿Estás de acuerdo?
Sí, creo que hay algo de eso. Las bandas eran documentadas muy rápido y debido a la prominencia de Dischord, obtenían mucha proyección en una etapa muy temprana. También creo que aquí hay una gran inquietud creadora lo que hace que muchos proyectos acaben muy rápido. Empiezas una cosa pero rápidamente quieres pasar a hacer otra.
Yo era fan de Held like Sound (creo que tenemos gustos musicales bastante parecidos) antes de saber de que el tipo que lo hacía tocaba en un grupo. Cuando me enteré de que tocabas en un grupo llamado Q and not U y que Dischord sacaba vuestro 7″ de debut me hizo mucha gracia y me interesó desde el primer momento. ¿Cómo te sentiste tú al saber que ibas a sacar un disco en tu admirada Dischord Records?
Fue realmente emocionante. Como mencioné antes, yo crecí con esas bandas de Dischord, así que ser parte del sello fue un gran honor. Recuerdo cuando Ian me llamó para dar el visto bueno al primer elepé de Q and Not U, fue un momento feliz. Ha sido muy interesante trabajar con ellos en varios proyectos a través de los años, a pesar de que el disco largo de Title Tracks haya salido en otra discográfica (N. del A.: Aunque el single debut de Title Tracks salió en Dischord, el elepé ha salido en Ernest Jenning Record co.)
Sabemos que eres un dedicado coleccionista de discos, ¿Qué piensas de esta era de iPod-MP3-Spotify-omnipresente y cual crees que es el estado actual de la música contenida en su formato físico más bello y original?
Bueno, las ventas de vinilo han subido mucho desde hace unos años y las Ferias del Disco aquí en D.C. estan completamente abarrotadas de gente, así que la destrucción de los CDs a mano de los MP3 ha sido muy beneficiosa para el vinilo. La gente actualmente aprecia mucho más el formato ahora que hace un tiempo. Es más, creo que hay algo muy especial en los LPs, así que estoy feliz de ver su resurgimiento. Me molan los reproductores de MP3 los cuales han hecho mejor mi vida como fanático de la música, pero nunca reemplazaran a los discos de vinilo, por supuesto. Me molan los dos formatos y me gusta ser capaz de alternar entre ambos.
Decía Joe Nolte, de la banda angelina de power-pop The Last, en su página web, que al principio del punk, el cual él veía como un renacimiento del R&R, sólo quería probar diferentes sonidos de entre todo el abanico de estilos sesenteros, y que por esta misma razón, luego se hartó de ello y intentó evitar el sonido “retro” durante años hasta que se dió cuenta de que eso era una estupidez, que tenías que sacar tu propio sonido y hacer la música que quisieras, sonara a lo que sonara. Yo soy de la opinión de que mientras en Q and not U teníais un sonido más contemporáneo o moderno, con Georgie James o Title Tracks parece que has perdido el miedo a sonar más “antiguo”. ¿Tengo razón? ¿Fue una decisión consciente?
Con Q and Not U, había una gran cantidad de influencias antiguas. Estábamos muy influenciado por la música antigua, ya fuera punk, afrobeat, jazz o los Beatles, drone, música contemporanea, Chic o lo que fuera. Todo eso es “antiguo”. En el caso de Georgie James y, un poco con Title Tracks, supongo que la inspiración viene de un poco más atrás. Con Georgie James nos inspirábamos abiertamente en bandas como los Zombies, The Kinks, Simon y Garfunkel y la música de los sesenta y no sacábamos nada del punk o post-punk, lo que hace que a la mayoría de la gente le suene más retro. De todos modos, nunca hubo ningún tipo de preocupación dentro de Q and Not U sobre el tipo de influencias se podían filtrar o no. Haciamos lo que queríamos hacer.
Me encanta sostener una revista impresa entre las manos, pero hacer fanzines era caro y las reseñas que escribía solían estar en un cajón durante meses antes de que la gente las leyera. Me gusta la inmediatez de internet. Realmente, creo que lo bueno supera a lo malo en lo que se refiere a internet y la música
Hay algunos músicos y artistas que son realmente reclusivos. Tú, por tu parte, pareces disfrutar del contacto directo con la audiencia: tus bandas recientes suelen tener siempre un blog donde cuelgas videos, listas, favoritos, etc. Como ex-editor de fanzines, ¿qué piensas de lo que se suele llamar “internet 2.0″ y del colapso de la gran mayoría de las revistas impresas / fanzines (Punk Planet, etc)? No echas de menos pasar páginas y los artículos largos y bien documentados?
Sé a lo que te refieres acerca de cómo ha cambiado todo y creo que, al principio, yo también me quejaba de ello. Sin embargo, la idea principal sigue siendo la misma: se siguen intercambiando ideas. Estamos hablando de música que nos emociona y de tratar de pasar información a otras personas. Fijo que me encanta sostener una revista impresa entre las manos y el hecho de que es algo mucho más concreto que Internet es chulo, pero era caro hacer fanzines y las reseñas que escribía solían estar en un cajón durante meses antes de que la gente las leyera. Me gusta la inmediatez de internet. Realmente, creo que lo bueno supera a lo malo en lo que se refiere a internet y la música.
Q and Not U fue una banda que, en el momento de publicarse Power, vuestro tercer disco, fue inmediatamente etiquetada como “dance-punk”, con el resto del lote: The Rapture y toda la panda. ¿Te sientes identificado con una etiqueta como esta (o, para el caso, con cualquier otra)? ¿Qué opinas de las diferentes tendencias, modas, hypes, etc. especialmente en relación con la música independiente (como el reciente boom de la música pseudo-africana)?
Probablemente esperas que te diga que no me siento vinculado a ningún tipo de etiqueta o género y, bueno, eso es lo que voy a decir. Ciertamente Q and Not U se desvinculó de cualquier etiqueta, como dance-punk, pero aunque nos llevabamos bien con la mayoría de las bandas que se agrupan en el género, no nos sentimos conectados con ellos para nada. Las tendencias en la música son sólo una parte de como funciona todo. Siempre me han molestado bastante durante largo tiempo, pero al final he aprendido a no preocuparme por ellas y sólo centrarme en lo que yo hago. Todo este rollo puede ser muy irritante y me enorgullece no hacer caso a las modas, pero en general no vale la pena gastar energía.
Creo que tocas todos los instrumentos en el disco, pero cuando vas de gira tienes una banda más o menos estable. ¿Es Title Tracks un proyecto en solitario o una banda “de verdad”?
Ni una cosa ni la otra, creo. Está en algún lugar en medio ahora, creo. Pienso seguir haciendo algunas cosas como las hacía, como llevar yo solo el peso de componer, pero definitivamente quiero incorporar al proceso de grabación a los chicos que tocan conmigo en directo. Por lo tanto, a mi me parece más una banda que un proyecto en solitario, aunque yo componga todas las canciones y todo eso. Me gusta el rollo de tener un grupo, así que espero que sea capaz de mantener un buen equilibrio.
Uri Amat (Barcelona, 1973)
Lleva pisando estos campos del Señor desde hace más de 40 años. Su larga “militancia” en el underground empieza en su pre-adolescencia, cuando empieza a editar fanzines con su hermano mayor bajo los nombres más estrafalarios: Rowed Out!, Hangover y La Escuela Moderna son algunos de ellos. También ha estado implicado en otras publicaciones en las que, incomprensiblemente, le han dejado colaborar: la revista de tendencias AB, el fanzine Absolut de BCore y su posterior encarnación digital o el blog Gent Normal, entre otros. Nunca le han pagado ni un céntimo por ninguno de sus artículos o entrevistas. Pero como decimos en catalán: “ací caic, allà m’alço”. Actualmente se dedica, cuando sus retoños se lo permiten, a ir a trabajar en bicicleta, visitar bibliotecas y beber en bares de viejos. Éstas (bicis, bares y bibliotecas) son las tres “B” básicas de la ciudad utópica fourierista en la que ingenuamente cree vivir hoy en día, mientras a su alrededor todo se derrumba.