Hay una solución de urgencia cuando te obsesionas con una determinada música. Tienes que dejarla unos días. Si no se quema. Estoy en esa etapa con Biznaga. Lo estoy dejando. Acabo de leer El Libro. Y eso que para mí son un episodio reciente. Lo sé, hace años que existen, pero entendedlo: soy viejo, la actualidad eterna no me interesa, siempre hay una nueva banda que mola, un nuevo yogur con calcio y un brasileño que mete gol. El caso es que la repetición obsesivo/compulsiva puede hacer que llegues a odiar un grupo que adoras. El Libro recomienda denscanso. Y ya me parece escuchar a los matasanos… De modo que nada de estrés, señor Alonso. Beba cerveza, no mucha, pasee con sus hijos y sobretodo no escuche Biznaga durante una buena temporada. Pero Doctor, entretanto ¿también puedo entrevistarlos, no? ¿O no me hará bien? ¿Usted qué opina?
Llegáis a través de una recomendación en un hilo de correo (no tengo facebook ni RRSS). Jugamos a las influencias, lo que sea por dejar de trabajar un rato: Uri dice punk vasco y Brighton 64, Balfa dice mod revival (Chords, Purple Hearts) y Db’s, yo digo grupetes de Ebullition (pienso en 400 years, por el griterío) y Parálisis Permanente, lo que cada uno puede identificar… Bien ¿quién de nosotros acierta y quién se equivoca?
Hay mucho de todo. La música que se hizo por aquí en la década de los 80 tiene una influencia capital en la manera de hacer canciones de Biznaga. Esto incluye desde el punk vasco hasta la nueva ola madrileña. La otra gran influencia es la música británica de finales de los 70, y esto incluye a grupos como los Clash, los Zounds, Stiff Little Fingers, Television Personalities, los Mekons, los Buzzcocks o los Records… en fin, que la lista es interminable.
Gritáis “Nigredo, Nigredo”. Términos alquímicos de transmutación de la materia. Metáforas médicas (sobretodo en vuestro primer disco: “fiebreee fiebreee…”). Hay una clara abundancia de referencias a la decadencia, pero no suena a queja sino a relato. ¿Me equivoco? ¿Sale todo esto de vuestro día a día?
Ostras, vaya pregunta delicada. Las sensaciones son reales, pero son solo eso, percepciones que se ficcionan y hasta se ‘subliman’ para generar metáforas válidas que hagan que la letra funcione.
Desde el principio he introducido guiños e incluso citas literarias o cinematográficas en las canciones. Nuestro bagaje cultural, lo que los anglosajones y los pijos llaman ‘background’, condiciona en gran medida nuestra percepción del mundo
No sé porqué, aunque no haya alusiones explícitas, veo influencia de la crítica total, Focault (esta sí es explícita), Marcuse, situacionismo. ¿Soy un flipado? Si no son estas: ¿qué referencias políticas usáis para hacer música (y ojo, no os invito a clasificaros, no hace falta)?
Desde el principio he introducido guiños e incluso citas literarias o cinematográficas en las canciones. Nuestro bagaje cultural, lo que los anglosajones y los pijos llaman ‘background’, condiciona en gran medida nuestra percepción del mundo. Nuestras letras no solo no reniegan de las referencias culturales, sino que las aprovechan como una herramienta más, reciclándolas y mezclándolas entre sí, para apoyar su discurso. Los discos están plagados de ellas y no tengo inconveniente en enseñar las cartas. Creo que el talento o mérito de estos textos, si es que tienen alguno, es saber integrar y relacionar esas referencias con el resto. Si me preguntas por las influencias de la sociología posmoderna, el situacionismo o el estructuralismo y derivados… hay cosas tomadas de Baudrillard, Foucault, Paul Virilio, Raoul Vaneigem, Hakim Bey…Así que supongo que para flipado yo ¿no?
Vuestras letras explican un mundo horrible. Oscuridad y aburrimiento en una sociedad de ocio planificado. Mierda enlatada. Confort. Tecnodemocracia progresada, en definitiva. Oponéis a esto la ciudad, las esquinas, la peligrosidad y la rabia. ¿Sois unos románticos, no? Veis alguna salida, por cierto?
Más romanticismo, y menos ironía o cinismo, no le vendrían mal a occidente. A nosotros los primeros.
Sentido del espectáculo empieza con enfado, desafío y negatividad, redobles galore y líneas de bajo, canciones que giran y cambian de ángulo. Pero de pronto, a partir de ‘A tumba abierta’ dais un respiro, todo se simplifica, se convierte en algo más transparente y más punkroquero (de nuevo: juicio sin desdén). Recuerda más a Centro Dramático Nacional. ¿Está hecho a posta?? ¿Son canciones de épocas diferentes?
La idea era que el disco empezara apabullando, pero con temas de corte más ‘powerpopero’, y que conforme fuera avanzando, la cosa tomara un rumbo más oscuro, exceptuando algún retorno puntual a lo melódico y luminoso. Las canciones son de épocas diferentes. ‘A Tumba Abierta’ y ‘Los Cachorros’, que abren la cara B, son quizás las más antiguas, pero el resto (‘Una Nueva Época del Terror’ y sobre todo ‘Arte bruto’, ‘Oficio de Tinieblas y ‘El Mal de Aurora’) fueron de las últimas en salir. Aunque estoy de acuerdo contigo en que tienen un tono similar a Centro Dramático Nacional, no sabría decirte exactamente a qué responde esto.
En vuestra música (y eso no sé si sale del hardcore o de grupos de la new wave), batería y bajo tienen “vida interior”. Me gusta que las canciones avancen a través del ritmo, que subrayen con la base, y no sólo con arreglos o guitarrazos. Una base rítmica que sólo cabalga es un coñazo. En definitiva, la cosa tiene pinta que cada uno llega al local de ensayo con sus propias ideas, que sois un grupo democrático…
Todo empieza cuando Álvaro o Pablo, cabezas pensantes en lo musical, llegan con unos acordes que, entre todos, vamos dando forma en el local. Paralelamente a eso, yo (Jorge) voy escribiendo una letra sobre un tema X que más adelante encajamos en una melodía de voz.
Más romanticismo, y menos ironía o cinismo, no le vendrían mal a occidente. A nosotros los primeros
¿Qué hacéis para vivir cuando no sois Biznaga? Es la banda algo central?
Milky estudia y el resto trabajamos. Son curros de supervivencia, algunos más vocacionales que otros, pero más o menos compatibles con la actividad del grupo hasta ahora. Es un asunto central, pero no aspiramos a que sea lo que nos dé de comer. Aunque el ritmo es cada vez más exigente, y a veces cuesta conciliarlo todo, pensamos que para conservar la independencia creativa y el control absoluto es importante que no sea el único foco de ingresos.
Recomendadnos cosas actuales! Habladnos de bandas aliadas!
No son muy actuales, pero para mí las mejores bandas españolas de los últimos 8/10 años son Los Claveles y La URRS. Me apetecía ponerlo por escrito.
Como nunca me entero de nada, me perdí Biznaga en Almo2bar. Tengo una segunda oportunidad?
Por ahora no hay nada a la vista en Barcelona ciudad. La última vez fue realmente divertido, así que ganas no faltan. Lo más ‘cercano’ quizás pueda ser el ‘Desemboca’ de Platja d’Aro a finales de Julio ¿Una vueltecita por la costa brava no os hace?
Hay que confiar en Biznaga
por Ainhoa Rebolledo
En la vida cotidiana siempre es mejor dar un machetazo que tres vueltas de tornillo. Así te ahorras mediocridad y confort, dramas, confusiones, malentendidos, agonías alargadas de forma innecesaria y los impostados “ahora podríamos ser amigos”. De Madrid salen continuamente grupitos punk que suenan bien en un principio pero luego rascas un poquito y la escayola se nos descompone en la segunda canción, al segundo disco. Biznaga es cemento puro, nada de arena, nada de cursiladas: guitarras y gritos. Ahí están con dos discos duros y firmes como el corazón de tu ex, llenos de canciones que si las escuchas en el metro se dispararán los detectores de descarrilamiento. Si no fuera por los pogos infinitos que se montan en sus conciertos (el viernes 12 presentaron el nuevo disco, el segundo, en Madrid y la Sala Sol se vino abajo en la segunda canción) muchos se quedarían boquiabiertos al descubrir en sus canciones rápidas referencias a libros que se encuentran en las Santas Bibliotecas Públicas. Hay que confiar siempre en los discos que empiezan con un musculoso solo de batería (¡Biznaga lo hizo en el primer disco!) y en los grupos a los que no hace falta gritarles ¡MÁS RÁPIDO! cuando tocan en directo (¡Biznaga lo hace!). Hay que confiar en Biznaga. ¡Confiad!
Todas las fotos del grupo son de María Diaz-Castanys
Más información:
https://biznaga.bandcamp.com/
https://slovenly.bandcamp.com
https://www.facebook.com/biznagapop
Carlos Alonso (Barcelona, 1974)
Fue, durante un tiempo, crítico amateur comprometido con el arte y la rectitud, lo cual le llevó a rechazar contratos millonarios para escribir en Rolling Stone y Cosmopolitan. El episodio más relevante de su etapa como crítico es que una vez, en un concierto de SNFU, un grupo de Zaragoza le buscó para pegarle por una reseña algo excesiva. No pudieron encontrarle. De ahí que aún siga vivo. Ahora ya no escribe, vive en la montaña con su cuarta mujer, rodeado de sus siete perros. Talla a mano bastones y destila licor de flores. Es relativamente feliz. Ah, también cantó en ODG, creo que corría el año 1956. No recuerdo mucho más.
Ainhoa Rebolledo (Santiago de Compostela, 1987)
Ainhoa Rebolledo es gallega, escribió libros en Barcelona y ahora vive en Madrid. Forma parte del comité de organización de El Día del Watusi que se celebra el 15 de agosto en León.