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Space Echo – The Mystery Behind The Cosmic Sound Of Cabo Verde Finally Revealed!

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Description

En la primavera de 1968, un buque de carga se preparaba para abandonar el puerto de Baltimore con un importante envío de instrumentos musicales. Su destino final fue Río de Janeiro, donde se iba a celebrar la Exposición EMSE (Exposición Mundial del Hijo Electrónica).

Fue la primera exposición de este tipo que se llevó a cabo en el hemisferio sur y en la que participaron muchas de las compañías líderes en el campo de la música electrónica. Rhodes, Moog, Farfisa, Hammond y Korg, fueron solo algunos de ellos, estuvieron presentes en sus nuevos sintetizadores y otros dispositivos para crecer y prometiendo el mercado sudamericano, encabezado por Brasil y Colombia.

El barco con la mercancía zarpó el 20 de marzo en una mañana tranquila y desaparece misteriosamente del radar el mismo día.

Uno solo puede imaginar la sorpresa de los aldeanos de Cachaço, en la isla de Sao Nicolau de Cabo Verde, cuando unos meses más tarde son encontrados y enviados a sus campos, en medio de la nada, a 8 km de cualquier costa. Después de consultar con los ancianos de la aldea, los lugareños decidieron abrir los contenedores para ver qué había adentro, sin embargo, a pesar de los chismes, los viajes y la policía colonial ya habían llegado y habían asegurado el área.

Los científicos y médicos portugueses fueron enviados a la escena y, después de semanas de exhaustivo estudio e investigación, fue un barco que había caído del cielo. Una de las teorías menos plausibles era que podría haberse caído de una compañía aérea militar rusa. Los lugareños dijeron en broma que la serpiente del gobierno desperdició su dinero en ejercicios inútiles, ya que una simple mirada al cráter generado por el impacto podría explicar los fenómenos. “¡No es necesario que los científicos portugueses de cohetes expliquen esto!”

Lo que los aldeanos no sabían era que las partículas cósmicas fueron descubiertas en el barco. La proa de la nave mostraba rastros de calor extremo, muy similares a las huellas encontradas en los meteoros, lo que sugiere que la nave había penetrado el hemisferio a gran velocidad. Esa teoría tampoco tenía sentido, ya que habría reducido el polvo de la nave. Misterio permeado el evento.

Finalmente, un equipo de soldadores llegó a los contenedores abiertos y todo el pueblo quedó impaciente. El ambiente, que había estado lleno de alegría y entusiasmo, rápidamente dio paso al asombro. Cientos de cajas conjuradas, todas con teclados y otros instrumentos que nunca se han visto antes, y todas inútiles en un área sin electricidad. La decepción fue palpable. Los bienes se almacenaron temporalmente en la iglesia local y las mujeres de la aldea insistieron y se encontraron antes de la misa del domingo.

Se dice que al carismático líder anticolonial Amilcar Cabral se le ordenó que los instrumentos se distribuyeran equitativamente en lugares que tenían acceso a la electricidad, lo que los colocó principalmente en las escuelas. Esto fue lo mejor que pudo haber ocurrido: los teclados encontraron terrenos fértiles en manos de niños curiosos, nacidos con un sentido innato del ritmo que recogieron los instrumentos listos para usar. Esto, a su vez, facilitó la modernización de ritmos locales como Mornas, Coladeras y el estilo musical muy bailable Funana, que fue prohibido por los gobernantes coloniales portugueses hasta 1975 debido a su sensualidad.

La observación fue hecha por los niños que entraron en contacto con los instrumentos que se encuentran en el barco y que heredaron capacidades prodigiosas para entender la música y aprender instrumentos. Uno de ellos fue el genio musical Paulino Vieira, quien terminaría los años 70 y se convertiría en el arreglista musical más importante del país.

8 de las 15 canciones presentadas en esta recopilación fueron grabadas con el apoyo de la banda Voz de Cabo Verde, por Paulino Vieira, el cerebro detrás de la creación y promulgación de lo que hoy se conoce como “El sonido cósmico de Cabo Verde”

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