Description
King Gizzard & The Lizard Wizzard / Flying Microtonal Banana / vinilo / psychedelic rock
El monstruo de siete cabezas se acerca más sediento de sangre que nunca y puedes correr, pero no esconderte. Si con “Nonagon Infinity” (16) King Gizzard & The Lizard Wizard nos sumergieron en un éxtasis continuo que dejaba quemaduras a cada escucha, con “Flying Microtonal Banana” nos sacan del bucle para seguir experimentando sin bajar el pie del acelerador, y aunque esta vez el veneno no es instantáneo, sí es igual de adictivo y letal. Nueve canciones en las que dejan atrás la tonalidad occidental, viajando a Oriente y modificando sus instrumentos hasta convertirlos en microtonales, sumando al juego una zurna turca que engrandece el hechizo a lo largo de los surcos.
Nos adentramos en su universo freak de punkadelia garajera con “Rattlesnake”, una balacera de casi ocho minutos de la que es imposible escapar. Sonidos espaciales, grooves martilleantes de bajo y baterías, guitarras afiladas y una armónica de otro planeta. La psicodelia alienígena (marca de la casa) sigue en “Melting”, con un sonido más novedoso, donde laten con más fuerza las reminiscencias orientales, acentuadas en los teclados y percusiones, mientras la voz lisérgica de Stu Mackenzie serpentea a tumba abierta. “Open Water” es otro zigzagueo continuo esquivando meteoritos a lomos de una serpiente alada. “Sleep Drifter” es el tema más melódico, con olor a especias indias y los latidos de una batería que, poco a poco, te revienta el pecho. En “Billabong Valley”, la zurna alcanza su máximo esplendor y la voz de Stu vuela bajo los efectos de una sobredosis de helio y algo más. “Anoxia” y “Doom City” son pistas más densas, y aunque suponen un pequeño bajón, guardan la esencia que unifica la obra. Recuperamos las pulsaciones con “Nuclear Fusion” y despertamos sudorosos de esta nueva pesadilla tóxica tras la instrumental que da nombre al álbum. “Flying Microtonal Banana” es el primer volumen de cinco que verán la luz este mismo año, cantos al calentamiento global y la fusión nuclear bajo una lluvia ácida, mientras, a lo lejos, acecha una especie de Godzilla fluorescente que amenaza con destruirlo todo. – Mondonsonoro
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