Description
En la isla de Mallorca, Jorra Santiago es una celebridad underground, un guitarrista venerado, un músico respetado y un personaje querido (hay chapas y pegatinas con su cara, y la expresión «¡puto Jorra!» ya forma parte del folklore local). Y es que, a pesar de su juventud, Josep Ramon Santiago Peset acumula un currículum demencial, en el que destaca su participación en algunos de los proyectos musicales más importantes surgidos de Manacor (él nació allí, como cierto tenista y tal) y alrededores: Miquel Serra, Roig!, Saïm, Manfel, Pujà Fasuà, etc., etc., etc.,… y Lost Fills.
Siguiendo sus pasos podrías explicar un tercio de la historia reciente del rock mallorquín, pero sobre todo está el hecho de que siempre ha sido un músico que ha aportado una personalidad muy definida a cada uno de esos grupos y una forma de tocar que cristaliza al fin en un proyecto a su altura: Jorra i Gomorra es su aventura más personal, su golpe sobre la mesa; y Música sèria, su jugada maestra, el corolario de tres años grabando canciones y publicándolas en casete.
Iconoclasta como pocos, resulta imposible no caer rendido a su sentido del humor y a su innata elegancia para digerir todos los tics del pop para regurgitarlos con maestría. ¿Acaso alguien podría haber compuesto una canción más bella para la amante del Rey (el verdadero, no el que tenemos ahora)? ¿Se os ocurre mejor himno para la pereza total que «Deixa-ho» («déjalo para mañana, nadie se va a enterar» es el hosanna de los vaguetes, no?) ¿Y qué me decís del hit totalitario «Windom Earle» («todo irá bien si no oponéis resistencia»… ¡a Kim Jong-un le encantaría!) o el colorismo inquebrantable de ese canto a la amnesia alcohólica titulado «On he deixat les claus?» (traducción: «¿Dónde he dejado mis llaves?»)?
Ya te digo que escuchando Música sèria te asaltan varias certezas, colega: la primera, que Jorra Santiago és uno de los músicos y compositores con más talento que hayan salido de la isla en los últimos diez años (y sólo tiene 26, ¡puto Jorra!); la segunda, que debes conseguir una de esas chapas con su carita de querubín con mofletes de cabello de ángel; la tercera es que, como él canta, más vale no oponer ninguna resistencia y viajar cogiditos de su mano por el camino de baldosas amarillas que lleva al valhalla del pop, donde toda melodía es perfecta y cada uno de nosotros tiene su propio poni. Vamos: dale al play, sumérgete en Jorra, huele su aroma, acarícialo… ¿A que es suave? Ríndete al sabor. Entrégale tu alma. Cabalga tu poni.
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