Raíces
Desde pequeña siempre me gustó la música; la música en general y el rock en particular: los Kinks, los Stones, los Beatles del disco blanco… Yo tenía un tío que era músico y que tenía una banda de rock. Muchas veces le traían discos de Londres y seguíamos todo el ritual de escucharlos juntos.
A mí, de siempre, la sociedad clásica, sus esquemas convencionales, no me encajaban. Yo no encajaba en ese mundo ni me sentía a gusto. Siempre iba rompiendo esquemas y el punk significaba romper con los esquemas que no funcionaban. A la edad típica de indentificarte, de formar parte de la sociedad, yo no encontraba mi sitio. Iba como sola por la vida con el rock en la cabeza hasta que encontré el punk y me di cuenta de que estaba como pez en el agua. Descubrí una manera de escuchar rock y de expulsar aquella rabia contenida debida a una época muy gris, de crisis y todavía muy de esquemas franquistas. Empecé a conocer gente y a ir a conciertos, conciertos como Iggy Pop en Badalona, los Clash, que incluso nos invitaron a cenar, aunque acabamos pirándonos porque eran unos impresentables.
A mí, de siempre, la sociedad clásica, sus esquemas convencionales, no me encajaban. Yo no encajaba en ese mundo ni me sentía a gusto. Siempre iba rompiendo esquemas y el punk significaba romper con los esquemas que no funcionaban
Recuerdo que por esa época iba mucho con Pedrito El Mod, que fue uno de los primeros punks de Barcelona. Íbamos al colegio juntos y era muy amigo de mi hermano. Era un pieza y fue uno de los primeros revolucionarios. Tenía una prima inglesa que ya de pequeña era muy fan de los Kinks, los Rollings, etcétera, y a través de ella fue de los primeros en traerse discos de punk de Londres y de los primeros en influenciar a la demás peña para que escuchase ese tipo de música.
Sentido Común: Tina y Pep (Archivo Pep Val)
A base de ir conociendo gente y de integrarme en el ambiente empecé a moverme por conciertos mucho más pequeños. Eran conciertos en garajes y locales de ensayo. Recuerdo el local de Último Resorte en L’Hospitalet, la sala Zeleste…
El Texas era el lugar de reunión de toda la gente rara de Barcelona, ya fueran travestis, gente que rompía o gente que no encajaba. Dios los cría y ellos se juntan, y yo me sentía como en casa y eso no me pasaba en ningún otro lugar.
Yo de pequeña quería ser como John Lennon y más tarde como David Bowie, así que de siempre llevaba metido en mi cabeza la idea de formar una banda. He de hacer cosas continuamente porque soy hiperactiva. Tengo que dibujar, pintar o pensar. Era muy rebelde, muy problemática, rara, y ese nuevo sonido encajaba con mi manera ser.
Sentido Común
La idea de la banda surge al conocer al batería, al Bolaire. Nos conocimos en el Fantástico. Él ya tocaba con Jaime y Pep y estaban buscando una cantante. Yo nunca he sido cantante, yo hago voces. Me gustan todos los músicos, pero no soporto a los cantantes. Siempre he escrito letras. Desde pequeñita mi padre ya me compraba los pocos libros de música que habían con las letras de las canciones, y mi tío también me había enseñado a tocar los típicos acordes con la guitarra. Nos adiestraba desde pequeños y ya poseía esa dinámica de hacer letras y canciones. Así que entré en la banda y empecé a gritar. Fue la época de gritar, de estar afónica todo el día y no parar de fumar y beber. Por aquel entonces a mí me encantaban los Dead Kennedys, Poison Girls, los Dickies, los Rezillos… Pero al Bolaire y al Pep les gustaba más el sonido de bandas como Killing Joke, The Cure del primer disco y otras menos punks y más oscuras. Así que acabamos sonando a punk pero muy oscuro, a cosas como Bauhaus. Aunque teníamos gustos muy dispares teníamos muchos puntos en común y supongo que nos dirigíamos hacia esa interesección con nuestro sonido. Creo que también intentábamos hacer algo que tuviera salida influenciado por lo que escuchábamos en ese momento. Era punk, pero un punk bastante peculiar. Tampoco éramos de llevar el uniforme, de lo que podríamos llamar “vestir de ideas”. El pensamiento debe ser libre. No me gustó nada empezar a ver punks que parecían policías queriendo imponer a los demás las normas que se debían seguir para ser punk.
Así que acabamos sonando a punk pero muy oscuro, a cosas como Bauhaus. Aunque teníamos gustos muy dispares teníamos muchos puntos en común y supongo que nos dirigíamos hacia esa interesección con nuestro sonido
Al principio nos hacíamos las chapas nosotros mismos de una manera muy casera. No eran perfectas… Para mí fue todo un shock cuando llegaron las primeras chapas estándar a Discos Castelló. Recuerdo la primera vez que fui con la otra Tina, la Tina Champ, a comprarnos un collar de perro a una tienda de animales. Estábamos mirando y discutiendo sobre los diferentes collares que tenían en la tienda, hasta que vino la dependienta y nos preguntó que para qué raza de perro necesitábamos el collar. Nos dio un ataque de risa. Le dije que no era para ningún perro, que era para nosotras. La gente se escandalizaba muy fácilmente. No sabían qué era un punk, nos veían como bichos raros. Les asustábamos, les dábamos miedo. Hasta que apareció Alaska, que fue muy mediática, y nos empezaron a llamar Alaska. Te veían por la calle, te señalaban y te decían: ¡Alaska! A algunos tíos también les llamaban Espinete.
Sentido Común. Bolaire, Tina y Pep (Archivo Yuju)
Sentido Común funcionó durante muy poco tiempo. De hecho cuando empezamos a funcionar fue cuando nos separamos. El productor y el alma del grupo siempre fue el Pep, y fue él quien decidió grabar la maqueta, quien pagó la grabación, quien llevó todo el tema del alquiler del local, el que aportó la mayoría del presupuesto, el que tenía una paciencia inacabable… Yo estudiaba en la Massana y no tenía ni un duro, no trabajaba. También era muy difícil conseguir trabajo con esas pintas…
El pensamiento debe ser libre. No me gustó nada empezar a ver punks que parecían policías queriendo imponer a los demás las normas que se debían seguir para ser punk
La popularidad de la banda nos vino a raíz de Radio Pica. A Salvattore le encantó la maqueta y la machacó. Nosotros nos movíamos en el entorno punk. Yo por esa época era muy pendón y teníamos muchos amigos, así que siempre venía bastante gente a nuestros conciertos. La idea del grupo posiblemente era ser un poco más abiertos, pero nuestro entorno nos influenciaba tanto que nos fue muy difícil desmarcarnos. La mayoría de nuestros amigos eran punks y además nuestras letras tenían bastante mensaje social. Eran reivindicativas.
Del punk al hardcore
Yo creo que el hardcore llegó con Dead Kennedys. Además ellos mismos lo dijeron: “hemos inventado el hardcore”. No sé quién de la peña tenía el primer disco de los Kennedys. Nos pasábamos todo el día escuchándolo. Yo creo que con In God we trust empezó el hardcore. Para mí fueron los primeros, que tenga yo conciencia. Todavía hoy en día son canciones que me vienen a la cabeza cuando tengo prisa.
Yo creo que con In God we trust de los Dead Kennedys empezó el hardcore. Para mí fueron los primeros, que tenga yo conciencia. Todavía hoy en día son canciones que me vienen a la cabeza cuando tengo prisa
Justo cuando empezaron a entrar estas nuevas influencias se disolvió Sentido Común. Me sentí muy sola y decepcionada y seguí mi camino. Recuerdo que quisimos montar una banda con el Puril, el Bolo y el Paco que se llamaba Hardcore Rabieta, pero no cuajó por las circunstancias personales de cada uno. Recuerdo que no había manera de entrar todos juntos a tiempo. Nuestro local fue un buen caldo de cultivo para que se formaran bandas nuevas. Al disolvernos, el Pep quería seguir manteniendo el local, así que empezó a pasarse gente que quería tocar. Creo que así acabaron ensayando GRB, se formaron Subterranean Kids, etc.
Squatters
Yo nunca me he sentido okupa. Odio esa palabra y el rollo okupación. Además no estoy nada de acuerdo con cómo se enfoca ni desde un lado ni desde el otro. Nosotros teníamos la idea de un squat como los de Inglaterra o como los de Holanda. Además éramos todos artistas, músicos… No encontrábamos trabajo y necesitábamos un espacio. Los alquileres eran abusivos y teníamos una postura crítica respecto a la especulación y el capital. Las casas que ocupábamos no eran de ningún particular, eran propiedad del Ayuntamiento de Barcelona. Pertenecían a las 40.000 casas que el Ayuntamiento les había confiscado a los propietarios por morosos.
Yo nunca me he sentido okupa. Odio esa palabra y el rollo okupación. Además no estoy nada de acuerdo con cómo se enfoca ni desde un lado ni desde el otro. Nosotros teníamos la idea de un squat como los de Inglaterra o como los de Holanda
El Truñó, que era el delegado de Juventud de aquella época, nos atendió en uno de los salones inmensos del Palacio de la plaza Sant Jaume a un grupo de gente que no éramos punks. Las primeras dos personas que tuvieron la iniciativa en esas dos ocupaciones no eran punks, eran un chico argentino que se llamaba Sebas y otro chico cuyo nombre no recuerdo que venía del entorno comunista. Del ambiente punk teníamos al Ángel de fijo y al Boliche, que no estaba fijo pero que iba y venía. Recuerdo que siempre estaban discutiendo porque el Bolo siempre traía gente a dormir. El día que nos detuvieron aparecieron unos 40 punks que no había visto en mi vida. Se me quedó grabada la imagen de una tía que llevaba en un lado de la bota el logo de los Dead Kennedys y en el otro un símbolo nazi. Nos detuvieron a nosotros seis, que no teníamos ningún aspecto de punks y que éramos los que teníamos la idea de montar el squat, pero a nivel de prensa se le dio mucha importancia a la imagen punk.
El Ayuntamiento de Barcelona llegó a ofrecernos un pueblo para quitársenos de encima, porque por aquel entonces no existía todavía ninguna ley que regulara la ocupación y no sabían cómo pararnos
El Ayuntamiento de Barcelona llegó a ofrecernos un pueblo para quitársenos de encima, porque por aquel entonces no existía todavía ninguna ley que regulara la ocupación y no sabían cómo pararnos. Además los vecinos de la zona estaban encantados con nosotros. Decían que aquello era un nido de ratas y que la cosa había mejorado muchísimo desde que estábamos allí. Incluso la Guardia Urbana nos apoyaba frente a la Policía Nacional, que nos tenía en el punto de mira, y eso le molestó mucho al Ayuntamiento. Por eso intentaron sobornarnos con el tema del pueblo, pero les dijimos que no. Nosotros éramos artistas, artesanos… y necesitábamos la ciudad para desempeñar nuestro trabajo. Lo que intentábamos era crear nuestro propio puesto de trabajo, ya que en la sociedad no se nos ofrecía ninguno. Teníamos que recurrir a la ocupación porque no nos ofrecían trabajo, no podíamos pagar alquileres y en casa no nos querían ni ver. ¡Pues en algún sitio nos teníamos que meter, ¿no?! Además no éramos lerdos; teníamos muy claras las ideas de las cosas que queríamos hacer, ideas que ya estaban aceptadas en toda Europa y en los países civilizados. Al menos fuimos jóvenes e intentamos cambiar el mundo. Creo que es cuando debes y tienes que hacerlo.
Tina y Rosa de Último Resorte en el local de Sentido Común (Archivo Strong)
Drogas
Yo siempre he sido muy clásica en lo que se refiere a su uso y siempre he estado a favor de las drogas. Mi padre en su época ya tenía todos los libros de Escohotado. Era un hombre muy avanzado a su tiempo, sobre todo ideológicamente. Luego a la hora de las costumbres era otra cosa, le costaba un poco más, sobre todo cuando le tocaba directamente, pero yo siempre había tenido bastante información en casa. Además como ya he dicho me gustaban mucho los Beatles y ya hablaban del LSD en su canción “Lucy in the sky with diamonds”, y eso a mí me llenaba de curiosidad. Así que de joven probé muchas cosas hasta que de golpe me di cuenta de que alteraban mi conciencia, y a mí no me gusta que me alteren la conciencia porque siempre voy con una idea fija y todo lo que altera la conciencia me despista de mi objetivo. Yo ya soy una persona que se despista con facilidad. Lo único que notaba que me sentaba bien, a nivel terapéutico incluso, era el cannabis, ya que sufría de una alergia asmática y hacía que las bacterias que me la producían no me atacaran con tanta facilidad. Yo las cosas las tomo para que me sienten bien. Si me han de sentar mal ya no me las tomo.
Así que de joven probé muchas cosas hasta que de golpe me di cuenta de que alteraban mi conciencia, y a mí no me gusta que me alteren la conciencia porque siempre voy con una idea fija y todo lo que altera la conciencia me despista de mi objetivo
Dentro de la escena había muchas opciones: estaba el Bolo, que era XXX y antidrogas total, y también estaba la típica peña que simplemente se tomaba una cerveza. Yo creo que convivían todos los extremos, desde el yonqui hasta el que tomaba agua mineral o Coca-Cola. Y personalmente estoy a favor de la legalización de las drogas y formo parte de varias asociaciones. Las drogas al ser ilegales son un supernegocio y además son puro veneno. Drogas no hay, ¡ya nos gustaría poder probarlas! Todas las drogas están mega adulteradas y son puro veneno.
Una temporada estuve dando clase de dibujo a los chavales de la Trinitat. Imagínate lo que controlan los antecedentes, porque alguien como yo que ha estado detenida no puede estar de profesora en la prisión. La mayoría de esos chavales no eran delincuentes; lo que eran era adictos a la coca y eso les llevaba a delinquir. Aparte de algún caso de algún psicópata, la mayoría lo que necesitaba era un tratamiento psiquiátrico. La sociedad es hipócrita. Las drogas, que son un producto super barato, al ser ilegales son carísimas, adictivas, y llevan a delinquir a los jóvenes para conseguir su objetivo. Además, como están adulteradas, destrozan la salud. Está claro que el abuso de coca o heroína ha matado a gente, pero si no hubiera sido mierda hubiera dañado menos la salud de muchos. Me fui porque no soportaba como los trataban.
La otra
…Y la voz de la conciencia les decía; no!
Les decía; No creáis el la voz de la conciencia…
… Y ellos estaban tristes porque podían darse
cuenta de que;
eran animales como los demás,
eran animales como los demás,
pero ellos dueños de su libertad
aunque eran animales como los demás…
Podían pensar, podían hablar,
podían saber pero eran igual.
Sentido Común
- Maqueta autoeditada. Casete
Fotografía de portada: Flyer del concierto de Sentido Común en el 666 (Archivo Pep Val)
Extraído de Harto de todo: Historia oral del punk en la ciudad de Barcelona 1979-1987 de VV. AA. (BCore, 2011)
Al habla Cristina Gil, nacida en 1965 en Ciutat Vella (Barcelona)
Sentido Común representaron la intersección entre los sonidos punk de Crass, Flux of Pink Indians o Subhumans con bandas de personalidad más oscura como Killing Joke o Bauhaus. Se formaron en 1983 y la pasión de su cantante Tina por los Dead Kennedys y Poison Girls acabó de configurar la personalidad y el sonido de la banda.
Puedes escucharlos en: https://bcoredisc.bandcamp.com/album/nacido-para-estorbar
Más info en: http://sentidocomunbcn.blogspot.com.es/