Entrevista con La Inquisición - BCBlog Tienda Online de Discos de Vinilo
Busqueda Avanzada​

Por favor espere mientras buscamos en la base de datos. Gracias…​

Entrevista con La Inquisición
Entrevista con La Inquisición

Quedar en el Templo Expiatorio de la Sagrada Familia con miembros de La Inquisición puede sonar un poco grotesco, pero ahí era la cita, a la salida del metro. De camino al lugar en mis auriculares se reprodujo La verdadera Fe. No, no estoy hablando de eso. La verdadera Fe es un disco de punk-rock del bueno, potente, agresivo. Y los miembros de La Inquisición esta vez son Rubén y Willy, los dos vienen de bandas de peso histórico en géneros como el ska y el oi! music, respectivamente. Rubén estuvo en Malarians y Willy es el batería de Último Asalto. Pero también coincidieron en Secret Army, una banda referente del streetpunk barcelonés, una banda que recorrió Europa de punta de punta, que tocó con todos los grandes, que estuvo en boca de todos. Una banda que no explotó, se disolvió. Así que después del primer sorbo de cerveza surgió la pregunta de rigor…
¿En La Inquisición son los mismos de Secret Army?
Rubén: Bueno, La Inquisición viene de hecho de que nos hartamos un poco de Secret Army. Éramos la última formación de Secret Army, no estábamos muy motivados y nos vimos en la diatriba de continuar como Secret Army o hacer una movida totalmente distinta, que era un poco lo que pretendíamos y por eso hicimos La Inquisición.
Willy: Estábamos desmotivados, había que darle la vuelta. Pensamos algunas ideas. No las teníamos todas, decíamos “ostías! ahora empezar otra vez de cero, a ver qué pasa…”.
Rubén: Yo sí las tenía todas. [Risas]
Sí que es muy diferente el rollo de Secret Army a La Inquisición, también en el registro de voz. En Secret Army era más melodioso y ahora es mucho más agresivo…
Rubén: Sí, de hecho lo que queríamos era hacer música más agresiva. Secret Army tenía una fórmula y lo que era vital de esa fórmula era la gente que la hacía y nos encontramos en un momento en que teníamos un grupo pero la gente que estaba en ese grupo podría hacer otra cosa que no era esa fórmula. Entonces al fin y al cabo lo que mola es hacer música con tus colegas y yo lo que veía es que estábamos haciendo algo que era impuesto porque Secret Army tenía una fórmula pero ya no teníamos ganas de hacer esa fórmula y pensamos replantearnos todo. Desde seguir llamándonos Secret Army y aprovechar el poco tirón que tenía el nombre y hacer otro rollo, pero dijimos vamos a cambiar totalmente, vamos a hacer otro grupo, vamos a cantar en castellano, vamos a hacer temas más agresivos. Teníamos claro eso, que la gente que había, que eran los Alexs y nosotros dos, pues podíamos hacer lo que hacemos ahora en La Inquisición y por eso tiramos hacia allá.

Secret Army tenía una fórmula pero ya no teníamos ganas de hacer esa fórmula y pensamos replantearnos todo. Desde seguir llamándonos Secret Army y aprovechar el poco tirón que tenía el nombre y hacer otro rollo, pero dijimos vamos a cambiar totalmente, vamos a hacer otro grupo, vamos a cantar en castellano, vamos a hacer temas más agresivos

Willy: En Secret Army Rubén también tocaba la guitarra y aquí sólo canta.
Rubén: Sí, de hecho lo que pretendemos es que sea más directo. Al final en Secret Army el último disco acabó siendo un disco más casi de rock que un disco de punk y queríamos ir un poco de vuelta a los orígenes. Queríamos hacer canciones agresivas, de dos minutos y medio y que sea claro. Claro, rápido y conciso.
Después de cantar tanto en inglés, pasar a cantar en castellano ¿te supuso un esfuerzo?
Rubén: Sí. Más que el hecho de cantar en sí, el hacer las letras. Porque es un rollo totalmente distinto. Al principio estaba un poco acojonado porque el inglés es fácil, por las rimas. Y para mí fue un reto hacer letras en castellano pero también mola mucho más. Mola más porque es tu idioma al fin y al cabo y puedes jugar con dobles sentidos, puedes jugar, es otro rollo.

¿Cambia el hecho de ser una banda de habla hispana?
Rubén: Lo que pasa es que también creo que pasa más desapercibido un grupo en inglés aquí. Incluso teníamos la concepción errónea que sobretodo en Europa el inglés te abre puertas y tal. Y con La Inquisición nos hemos dado cuenta de que a la gente en Alemania o países que no son anglosajones les mola escuchar música en castellano. Aparte el castellano es un idioma que habla mucha gente en el mundo.
Willy: Y supongo que la gente lo ve exótico. Porque claro, hay grupos buenísimos en inglés pero hay tantos que supongo que la competencia es mayor y uno se pierde.

Hay una movida que nunca nos ha gustado mucho, que es el reenacting musical. Es una movida que en el mundo mod o en el ska siempre ha habido y en el punk empieza a existir, porque al fin y al cabo el punk es ya música vieja. Pero por lo menos nosotros pretendemos dotarlo de una personalidad

A mí me pasa un poco eso, me gusta escuchar grupos que cantan en su idioma, y por ejemplo hubiera preferido que Cobra cantara más en japonés.
Willy: De hecho con Cobra hemos coincidido en Alemania y no te saben ni decir hola en inglés. [Risas]
Rubén: También hay una movida que nunca nos ha gustado mucho, que es una especie de reenacting musical. Como una especie de recreación de los estilos originales. Es una movida que en el mundo mod o en el ska siempre ha habido y en el punk empieza a existir, porque al fin y al cabo el punk es ya música vieja.
Pero por lo menos nosotros pretendemos dotarle de una personalidad, porque sino se convierte en una especie de recreación de un rollo y no nos mola nada que esto sea como el rollo de unos tíos que se juntan el fin de semana, se visten como de la segunda guerra mundial y se ponen ahí a actuar.
Willy: Sí, de hecho el punk cuando empieza a ser tanta caricatura, y ponerte bien la crestita perfecta o la exageración tan bestia, a mi entender, deja de ser punk. Porque el disfraz no es muy real y tampoco se puede reivindicar las cosas de los 70 en el 2018.
Rubén: Es que además se vuelve antipunk. Si lo que molaba del punk era ir contra los dogmas. Y de repente entras en un mundo donde el dogma es la regla. Un mundo que a nosotros nos parece muy poco interesante, el hecho de dogmatizar un rollo.
De hecho, el primer EP abre con el tema ‘Hemos caído’ que habla de eso, ¿no? Recuerdo la frase “celebrando la banalidad mediocre de una movida muerta”.
Rubén: Claro, nosotros realmente estamos metidos en esta escena. Somos parte de esta escena. Pero somos muy críticos con ella. Quiero decir, yo estoy dentro de esta movida, conozco mi entorno y mi entorno me apesta. Yo puedo decir “me apesta el pop o me apesta no sé qué”, pero no lo conozco, no lo sé. Lo que si veo es que algo que fue libre en su día, está sometido a una especie de clichés o corsets o gente autocensurándose para hacer su movida y que su movida sea creíble para la gente de la secta, y eso es muy poco interesante.
Willy: Yo creo que lo fundamental es el tema de lo políticamente correcto. A un movimiento políticamente incorrecto lo mata la corrección.
Rubén: Yo tengo cuarenta años y llevo desde los catorce escuchando esto. Estoy un poco cansado de la dogmatización de todo en el punk.
En el tema ‘Los Iniciados’, cuando dices “arden las tumbas de Natxo y Iousu”, ¿estás hablando de Cicatriz y Eskorbuto?
Rubén: Sí. Hay bandas que a nosotros nos flipan, como Eskorbuto, como Cicatriz y además me parece que tenían un empaque acojonante y creo que no ha habido bandas tan iniciadas en ese rollo. Igual sí, pero esta peña han muerto por su arte. El tema de ‘Los Iniciados’ va de eso, de que hay peña que sólo quiere seguir con este trote cochinero barato de “vamos a tocar al festival y nos hacemos la crestita y nos tiramos el calimotxo por encima” y peña que cree en esto de otra forma.

Nos mola todo el rollo hermético, las sectas, la masonería… La religión también nos interesa mogollón, la utilización de la religión para controlar a la gente. Nos interesa el tema de la oscuridad, en su pluralidad

Ya desde el nombre y el contenido de las letras La Inquisición tiene muchas referencias a la religión, ¿por qué?
Rubén: Nos mola todo el rollo hermético, las sectas, la masonería… La religión también nos interesa mogollón, la utilización de la religión para controlar a la gente. Pero realmente el nombre, La Inquisición, después de barajar muchos, dijimos “joder, suena bien”, suena duro, suena bien. También quería buscar un poco esa provocación. Inquirir es hacer preguntas, para llegar a la verdad. Pero también es que nos mola ese rollo de grabado del Siglo XVII, el rollo medieval… y nos interesa mucho los temas herméticos, temas de la ouija, cosas así. Temas mistéricos.
¿Les interesa siendo creyentes?
Rubén: No, algunos creemos en la espiritualidad pero no en las religiones organizadas. Nos interesa el tema de la oscuridad, en su pluralidad. Nos interesan los temas oscuros y sobretodo desde un punto de vista personal. Y lo que intentamos en las letras, es tratar temas personales. No somos una banda de hacer arengas o no sé qué. Lo que mola de la música es que una cosa que significa algo para mí, de una manera muy personal, para otro puede significar otra cosa. No hay un mensaje en ese aspecto, sino más bien sentimientos.
La portada de ‘La Verdadera Fe’ (el segundo EP) es la foto de un velorio, una imagen captada por un enviado de la revista Life (William Eugene Smith) en la España de la década del 50. Una foto prohibida por Franco. ¿Por qué recrear esta imagen?
Rubén: Porque nos encanta la España negra. Nos mola la muerte, nos mola la oscuridad. Es una temática recurrente. Y aparte sobretodo nos mola mucho una imaginería siniestra, oscura. Y acompaña bien a la música.
Willy: De hecho creo que no hay nada más sórdido que la España negra. Gente pobre, en la miseria, cuanto más pobre más creyente. Es un rollo súper chocante. Y esa fotografía es la hostia. Y la portada del próximo disco no se queda atrás.

¿Hablamos del próximo disco?
Willy: Se llamará LVX. Son nueve temas. Hemos desechado un montón de cosas, y así estamos seguros de que son temas que nos gustan a nosotros. Nosotros estamos contentos, es un disco que escucho. Ayer lo escuché tres veces. Hay riffs de guitarra que están muy bien. Alex, que es guitarra, viene de un rollo muy metalero y se nota. Tiene un toque más épico este disco. Hay guitarras rollo Manowar, Sisters Of Mercy, Peter And The Test Tube Babies. La melodía radica en los riffs de guitarra. Son temas concisos y creo que a la gente le molará. Lo presentaremos en Octubre y en Octubre/Noviembre haremos gira por España a piñón.
¿Y las letras…?
Rubén: Siguen más o menos en la misma onda, hay de rollo hermético, letras más personales, del sentido de la vida o mierdas así y sobretodo letras críticas con la misma movida. Tienen este rollo de que en una frase intentamos sintetizar conceptos más amplios. Que el tío que lo escuche sienta cosas.
¿Por qué el título del disco, LVX, que en ocultismo significa “la gran obra”?
Rubén: Nos interesa mogollón el tema de la sombra y la luz.
Willy: Lvx y tenebrae. La dualidad del hombre. De sin luz no hay sombra y sin sombra no hay luz. Como tiene un reverso todo.
Rubén: Nuestro rollo tiene un punto oscuro pero con una tenue luz al final. Todo parece una puta mierda pero también parece que hay un vestigio de esperanza.
No queremos que todo sea tan negro y tan negativo.
En la canción ‘Muerte a la nostalgia’ dices “las sorpresas se acaban a cierta edad”…
Rubén: Es un rollo muy psicológico, hay veces en la vida que, sobretodo cuando eres muy joven, crees que todo van a ser sorpresas y todo es excitante o estás buscando ese momento excitante y cuando has vivido más, pues las sorpresas se acaban. Llega un momento que no encuentras ese kick en las cosas.
También por ejemplo, en ese caso, habla de las drogas. De como el rollo de las drogas al principio dices “¡hostia! ¡Qué güai!” y tal y llega un momento que llega a una oficinización de algo y que dices “puff, las sorpresas se acaban”.
Ahí también haces una referencia a Moby Dick: “Llámame Ismael”…
Rubén: Sí, es porque llegué un día borracho cuando tenía quince años y estaba leyendo Moby Dick y escribí “Llámame Ismael” en la pared. Y era un adolescente, y mi madre se enfadó mucho [Risas] y tuve que pintar la habitación y es como algo que recuerdo mucho. Entonces ese tema precisamente habla de eso, de lo inevitable que es crecer y cómo es crecer. Que también hay peña que se aferra a la juventud, en plan “voy a ser joven hasta que muera” y tampoco tiene mucho sentido. Todo tiene su momento, y por eso se llama “Muerte a la nostalgia”. Hay cosas que has vivido, que están muy bien, pero hay cosas que te quedan por vivir.
Y después de escribir eso mi mujer se quedó embarazada. Y dije “¡coño, las sorpresas no se acaban!” Mola también que la vida te pegue una hostia líricamente y que lo que has escrito el día anterior no aplica al día siguiente. La vida sí te da sorpresas.
https://lainquisicion.bandcamp.com/
Fotos extraídas del videoclip Abril


Pablo Ottaviano
En los 90 marcó su adolescencia metiéndose en eso del movimiento punk (en Rosario, Argentina). Aunque fueran fotocopias y casetes mal grabados, todo le era nuevo y excitante. Editó fanzines, montó su banda y todo ese rollo. Más por obstinación que por talento siguió en eso de la música, escribir en algún blog y hasta firmar un libro (Los chicos están bien – 20 años, cultura punkrocker y mil historias más-). La crisis de los 30 lo encontró viviendo en la Barcelona del paro y la precarización laboral; mientras cayó de cabeza en el moshpit, se sacudió en algún afterhour y abrazó el existencialismo desde su sofá.

Compartir con un amigo

Más
Articulos
Suscríbete a nuestra newsletter​
¡Regístrate para recibir correos de BCore y serás el primero de enterarte de nuestras novedades y actividades!
 

Busqueda Avanzada​

Por favor espere mientras buscamos en la base de datos. Gracias…​

This search form (with id 3) does not exist!