Harto de todo: Subterranean Kids pt. I ("Boliche") - BCore Disc
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Harto de todo: Subterranean Kids pt. I ("Boliche")
Subterranean Kids pt. I

Subterranean Kids fueron nuestros Minor Threat. Fueron la banda que mejor captó el sonido de lo que se estaba haciendo en América a principios de los ’80. Técnicos y matemáticos en sus ejecuciones. Rápidos y rabiosos. Un destilado de todo lo que nos llegaba desde los Estados Unidos, pero con una personalidad propia que con la perspectiva del tiempo aún se ha visto más acusada.

Raíces

Mi primer contacto con el punk fue a través de mi hermana, así empecé a tocar la batería con Frenopaticss. Conocí a toda la peña de la época: a Xavi Shock, a Réquiem, a Rosa, a Último Resorte, a Kangrena, etc. Y más tarde, como ella estuvo viviendo en Holanda en casas ocupadas, nos dio a conocer la nueva corriente de bandas americanas que estaban de gira así como bandas europeas como BGK, Negazione
La imagen y la actitud era lo primero que captaba tu atención. La ciudad de Barcelona era como en blanco y negro. No había ninguna alternativa, todo era muy gris, y en cierta forma nos despertó la música, la estética, la rabia, el ser antisocial, un poco el ir a contracorriente de todo. En Barcelona no se veía un futuro claro en ningún aspecto: pocas oportunidades de trabajo, de estudio… Y eso fue lo que me llevó a integrarme con los colegas de mi hermana y la primera hornada punk que aparece en Barcelona.

La imagen y la actitud era lo primero que captaba tu atención. La ciudad de Barcelona era como en blanco y negro. No había ninguna alternativa, todo era muy gris, y en cierta forma nos despertó la música, la estética, la rabia, el ser antisocial, un poco el ir a contracorriente de todo

Una anécdota curiosa es que el primer disco que me compré en mi vida con once años fue la banda sonora de Grease, y el siguiente ya fue Rock ‘n’Roll Swindle, de los Sex Pistols. Al principio escuchábamos un poquito lo que ponían en Radio 3, incluso bandas que podían salir en Aplauso como Madness, AC/DC, Roxy Music, Joe Jackson… Y luego, como hacías tú o como hacía yo, alguien viajaba a Inglaterra y se traía un montón de discos y descubrías nuevas bandas. Además todo mezclado, no como ahora que todo está dividido en estilos y sub-estilos. Igual escuchabas un disco de los Crass como Rudimentary Peni, Exploited, The Mob o Discharge. Más tarde ya empezó a haber divisiones, pero al principio lo escuchabas todo mezclado, desde el punk de primera hornada como Sex Pistols, Damned o Vibrators, al punk de segunda hornada que ya incluía el Oi!, como Anti-Pasti, Infa Riot, etc.

Frenopaticss

Antes, formar un grupo era una odisea tan complicada como ocupar una casa, era una cosa que se veía imposible. A mí en Frenopaticss no es que me metieran a la fuerza, pero fue fruto de diferentes circunstancias. Xavi Shock, que era novio de mi hermana, tuvo la idea de formar una banda y, como ocurre muchas veces en estos casos, le puso nombre a la banda antes de componer ningún tema o de aprender a tocar algún instrumento. Con el nombre de Frenopaticss se conocía a toda la peña que iba con Xavi Shock, con Pá, con el Réquiem, con el Johnny Badgets, el Billy, la peña de Santa Coloma… y más tarde hubo varios intentos de formar la banda. En un principio tenía que cantar mi hermana Pá, Xavi iría al bajo y querían meter al Macima de guitarra, pero claro, ni tenían instrumentos, ni sabían tocar ni nada. Sé que robaron algunos instrumentos del local de Los Rebeldes o alguna banda de éstas, pero los pillaron y los tuvieron que devolver. Esa formación, como quien dice, se quedó de boquilla. En la segunda formación me dijeron que tocara, probé la batería y se me dio bien, así que la formación se quedó con Xavi Shock al bajo, Cirera como guitarra y Ángel a la voz. Todos nos conocíamos de ser punks callejeros, de estar cada día bebiendo juntos en los mismos bares, etc. Y, como quien dice, aprendimos a tocar juntos con esa primera banda, sin escuelas. Nos metimos a tocar en el local de mi hermano, que tenía una banda de rock. Él era doce años mayor que yo. Les hacía gracia el rollo punki que llevábamos con las chupas de cuero y los pelos de punta y nos dejaron compartir su local, un sótano en la calle Rosal tocando con Montjuïc. Nos dejaban todo el equipo. De hecho, la única grabación que existe de Frenopaticss es un ensayo que nos grabó Balta, el cantante de la banda de mi hermano. Puso un par de micros en la batería y lo pasó todo por el juego de voces. Como carecíamos de los medios para hacer copias de cinta con rapidez (no existían las dobles pletinas), cada uno compró su cinta, la llevó al local y grabamos el repertorio que teníamos, que eran siete temas, cuatro veces, de manera que cada uno de la banda (guitarra, bajista, cantante y batería) tenía grabados los mismos temas pero con una toma diferente. Yo sólo he llegado a escuchar la mía. Vendí unas cuantas copias por correo y mandé otras tantas fuera. No sé cómo fue a parar esa cinta a Bad Compilation Tapes de San Diego y la incluyeron en una casete que se llamaba Spanish Hardcore junto a Último Resorte, IV Reich, etc.

Bolo, Marc y Mimo bromeando en el estudio (Foto: Pep Rasta)

Alrededor de Frenopaticss siempre ha habido una aureola, una fama de violentos, de macarras. Yo siempre estuve en una situación privilegiada, porque si había hostias con mods, con rockers o con jinchos de barrio, como yo era el más pequeño primero se liaban a patadas y a puñetazos con alguno de los mayores. Muy pocas veces me metí en peleas. Yo iba más a hacer bulto que a otra cosa. Hay bastantes anécdotas de peleas contra rockers o contra mods en las Fiestas del Trabajo, en el cine Spring de La Bonanova. No sé a quién se le ocurrió la brillante idea de poner Quadrophenia y Dios salve a la Reina el mismo día en sesión doble. El primer día ya se lió: los mods corriendo por ahí, botellazos, sillones del cine arrancados… Hay mucho mito y muchas cosas no son ciertas, pero otras sí.
El primer concierto que hicimos nos lo propuso el Goofie (Marc). Era un bolo en la Barceloneta contra la OTAN o antimilitar. Tocaban Brighton 64, no sé quién más y Frenopaticss. Recuerdo que cuando estábamos tocando nosotros aparecieron un montón de jinchos de barrio y se liaron a puñetazos y a patadas con todos los punkis. Salió todo el mundo corriendo y acabó como el rosario de la aurora. También un concierto que dimos en la discoteca Milady de Sagrera. Tocaban Decibelios, Último Resorte… La discoteca estaba cerrada y se la dejaban como local de ensayo, así que empezaron a hacer conciertos. El bolo fue caótico. Xavi y Ángel por aquél entonces estaban en la mili. Si ya tocábamos mal ensayando a diario, imagínate sin ensayar. Fue más una concentración de punkis y drogatas que otra cosa. No recuerdo haber acabado ningún tema.

Alrededor de Frenopaticss siempre ha habido una aureola, una fama de violentos, de macarras. Yo siempre estuve en una situación privilegiada, porque si había hostias con mods, con rockers o con jinchos de barrio, como yo era el más pequeño primero se liaban a patadas y a puñetazos con alguno de los mayores

Más tarde estábamos planeando hacer algún bolo en Euskadi, pero entonces murió Xavi. Mucha gente cuenta que Xavi murió de sobredosis, otros dicen que fue una embolia cerebral, que se fue a dormir y que ya no se levantó. Yo no llegué a hablar con su familia, pero mi hermana sí. Creo que es lo más fácil de decir cuando pasa algo así con una persona de esas características. Yo no creo que muriera por sobredosis, pero tampoco lo descarto. Creo que fue una embolia cerebral. Además, me comentaron que unos días antes unos rockers franceses le pegaron una paliza brutal.
Las primeras bandas que vi tocar en directo fueron Último Resorte en el Década, un festival en Sant Boi, con Ruidos Molestos, Zoquillos, Último Resorte y Kangrena. Y un montón de bandas amigas, más por conocerles personalmente y verles en el local, que por conciertos que dieran en directo. Hay que tener en cuenta que yo era menor y no me dejaban entrar en la mayoría de bares como el Abracadabra, el Zeleste o La Orquídea, sólo en el Texas en la última época. Recuerdo que estaba allí cuando Tejero dio el golpe de Estado, o la primera vez que escuché Dead Kennedys. Antes sólo había un par de sitios y se concentraba gente de todas partes, de la periferia, del Prat, de Terrassa, de Sabadell… Existía ese punto de conexión de vernos a diario, de ser amigos. Por épocas nos hemos ido moviendo como una tribu nómada: del Texas pasamos al Zurich, luego volvimos a la Plaza Real, a la zona del Gótico, etc.

Shit S.A.

Parábamos todos por el Rodri y por el Joserdo. Manel tocaba la batería y decidió pasarse a la guitarra con Boski, y fue entonces cuando me comentaron si quería tocar la batería. Fue justo cuando tocaron MDC en el Zeleste antiguo, y ya estábamos escuchando bandas americanas como DRI y Poison Idea o suecas como Shitlickers o Anti-Cimex, todo más duro, más agresivo, así que cuando me metí a tocar con Shit S.A. la banda pegó un acelerón. Personalmente, del mismo modo que la época que más me gusta de Resorte es la del principio (como cuando tocaron en Magic, que era más punk del ‘77 pero acelerado), con Shit S.A. los temas del principio me parecen más emblemáticos. Al acelerarlos en plan hardcore empezamos a sonar mucho más similares a otras bandas. Shit S.A. al principio eran muy creativos, las letras de Wells eran súper buenas, muy identificativas de la propia banda. Tenían mucha personalidad. Provenían de bandas anteriores como 1984 o Clinic Humanoids. Shit S.A. es una banda a la que creo que no se le ha hecho justicia.

Del punk al hardcore

Cuando tocaron Peter and the Test Tube Babies en el Zeleste antiguo ya fue una cosa de otro mundo; fue algo excepcional. Tocaron dos días seguidos y fue impresionante. No puedes comparar el nivel musical que tenían las bandas de aquí con el que tenían en ese momento los Peter and the Test Tube Babies. Además era su momento más creativo. Acababan de editar The Mating Sound of South American Frogs.
Un punto clave también fueron los intercambios de casetes que hacíamos entre Richard de Zarautz, Javi Sayes y un montón de peña. Intercambiábamos vía carta y a base de copiar casetes de todo lo que nos llegaba, por lo tanto ya estábamos al día de lo que hacían DRI, Septic Death, Poison Idea y también las bandas inglesas. Eso a nivel de escuchar música, de conocer bandas, pero a nivel de conciertos fue determinante la actuación de Youth Brigade, aunque a menor escala que la de MDC.
Cuando vinieron MDC las cosas cambiaron radicalmente, primero porque vimos una actitud mucho más politizada, más radical; una estética menos llamativa que la que llevábamos hasta el momento heredada del punk pero agresiva y muy de calle, y sobre todo por el sonido. Yo que tocaba la batería y creía que tocaba rápido, cuando vi a los MDC dije: “¡Coño, esto es impresionante!”. Y lo más curioso es que la primera vez que vinieron MDC no vinieron con su batería original, sino con un suplente que era aún mucho mejor. Me pasé todo el concierto enganchado a la batería mirando lo que hacía. Ahí chocaba un poco la actitud punki destroyer con la actitud de MDC, una banda de hardcore que entre canción y canción te explicaban de qué hablaba cada tema, contra qué iba dirigido ese tema. Los punkis decían “¡que te calles y que toques!”, pero a mucha gente nos marcó mucho y yo creo que de ahí salieron todas las bandas hardcore que ha dado Barcelona, desde L’Odi a Anti-Dogmatikss, Subterranean Kids, etc. Además tocaron un par de días, uno con Kangrena y otro con Último Resorte.

Cuando vinieron MDC las cosas cambiaron radicalmente, primero porque vimos una actitud mucho más politizada, más radical; una estética menos llamativa que la que llevábamos hasta el momento heredada del punk pero agresiva y muy de calle, y sobre todo por el sonido

Durante esa época hubo un montón de conciertos: Torpedo Moskov, Zero Point, Blut & Eisen, los primeros conciertos de Kortatu, RIP, IV Reich… Nos marcó tanto que yo y un colega, el Vomits, nos colamos en el tren y nos largamos a Ámsterdam a ver a DOA. Visitamos a Pá, que vivía en una casa ocupada, y conocimos a la gente de Negazione, de Lärm, compramos discos, etc. Nos marcó muchísimo todo. Vimos una escena fuera que aquí no existía ni por asomo: la de las casas ocupadas. Poder tener una programación, distribuir fanzines, distribuir discos a nivel alternativo… Nos impresionó tanto que importamos la idea.

Sesión fotográfica de Subterranean kids para su disco “Hasta el final” editado en 1989 por La Isla de la Tortuga (Foto: Pep Rasta)

Subterranean Kids

Fue volver a Barcelona e ir a parar al local de ensayo de Sentido Común. Y entre versiones de Damned, Poison Idea, Rudimentary Peni y muchas bandas que nos gustaban, decidimos hacer una banda nueva con Tinín como bajista inicial, Pep a la guitarra, Mimo a la voz y yo a la batería. Nos conocíamos del bar, del día a día y de los pocos conciertos que había en Barcelona. Pep conoció el hardcore a través de mí (yo lo tenía más empapado por mi hermana y por los viajes a Ámsterdam), pero todos nos infectamos muy rápido. Tinín era un punki que tocaba con el Vomits y Gerardo en Deportados de Auschwitz, y por una razón u otra todos fuimos a parar al mismo sitio.
Un punto de encuentro en Barcelona era difícil de encontrar. Por las pintas que llevabas, en un bar normal no te servían ni te dejaban entrar, y menos en un pub, porque casi todos éramos menores y eran muy elitistas. Un local de ensayo era el sitio más recomendable para coincidir con las bandas, los que tocábamos y los que no tocábamos. Prácticamente nos pasábamos allí los días enteros. A Pep le empezó a molar el rollo hardcore y empezó a adoptar la estética. Empezamos a sacar los primeros temas de Subterranean y los grabamos. Más tarde entraron GRB en el local de al lado. Recuerdo que cuando vinieron Negazione por primera vez estuvieron ensayando en el local de GRB y había más gente viéndoles que cuando días después actuaron en el Guinardó. GRB fueron a planchar su single a Italia y aprovecharon para dar un par de bolos. Establecieron conexión con la gente de Pisa, de Boloña, de los CCM, etc. Había una red muy importante en Europa a nivel de bandas.

Por las pintas que llevabas, en un bar normal no te servían ni te dejaban entrar, y menos en un pub, porque casi todos éramos menores y eran muy elitistas. Un local de ensayo era el sitio más recomendable para coincidir con las bandas, los que tocábamos y los que no tocábamos. Prácticamente nos pasábamos allí los días enteros

La primera maqueta la grabamos en Maratón. Yo nunca había estado en un estudio. Recuerdo que fue llegar allí, escucharte por cascos y ya no hacía falta sonorizar, mezclar, ni nada; ya sonábamos de puta madre. Produjimos los 19 temas de la maqueta en cinco horas, grabamos todo en tres y mezclamos en un par. Como ya sonaba bien, adelante. La maqueta la autoeditamos. Inicialmente hicimos cien copias, luego otras cien, luego doscientas y luego ya fuimos haciendo tiradas de quinientas. Creo que llegamos a vender entre 1500 y 2000 copias. Pep dice que más. Las vendíamos en Mensakas, Kebra Disc, Kafe Volter, muchas por correo y en los conciertos.

Marc y Boliche durante la audición de “Dime porqué estás tu aquí” y “Una noche cualquiera” (Foto: Pep Rasta)

Cuando sacamos nuestro primer disco, Los ojos de la víctima, intentamos colocarlo en algunas tiendas, pero la mayoría no lo querían vender porque se llevaban muy poco margen y nosotros no lo queríamos vender más caro de 600 pesetas. Sólo se vendió en Nou Disc cuando estaba en la calle Hospital y en Kebra Disc. Éste lo editamos en Patizambo. Lo hacíamos nosotros, era como un sello pirata donde editábamos nuestras grabaciones. Patizambo en principio era una idea de Pep y mía, pero mi hermana nos dejó el dinero para plancharlo y entonces lo que hicimos (porque entonces era prácticamente imposible editar un disco sin licencia) fue pagar a un editor una cantidad para que nos fabricara el vinilo. Nosotros hicimos las portadas, las maquetamos y nos las imprimieron en una imprenta de Cornellà. Y luego DIY: enfundarlos, venderlos de mano en mano, en conciertos y en un par de tiendas. De ese disco se vendieron varias copias fuera de España, y mandamos algunas a Maximum Rock and Roll, a Flipside, Trust… Todo muy casero.
El segundo disco, Hasta el final, lo grabamos en Discomanía y recuerdo que fue un infierno. Era de las primeras grabaciones que hacían. Tenían todos los cables del estudio colgando de la pared y la mayoría de las conexiones estaban mal hechas. Cuando lo teníamos todo grabado no encontraban la pista del bombo. Después de una bulla enorme, volvimos a grabarlo de nuevo, pero se mezcló mal y se masterizó mal. Creo que suena como el culo. Luego, con la remasterización en Maratón desde la cinta original que se hizo para la reedición de Tralla Records, ganó bastante.

Relaciones

GRB empezó a funcionar antes que nosotros. Yo antes de Subterranean Kids tenía un proyecto con Tina y Paco que se llamaba Hardcore Rabieta, pero no llegó a cuajar. GRB ya estaban tocando y tenían un nivel más alto que nosotros. Tenían dos guitarras que tocaban muy bien, que sabían puntear, cosas que en la época marcaban mucho, y Ángel siempre ha sido muy buen letrista y eso imponía. Nosotros éramos un poco la banda de los hermanos pequeños de GRB, pero ellos no se prodigaron demasiado tocando y nosotros hicimos mucho más en menos tiempo. Ellos estaban un poquito antes y lógicamente nos influenciaron, tanto en sus conciertos como en el local día a día intercambiando impresiones. Nosotros poníamos el ejemplo de MDC y DRI. Cuando MDC empezaron a ser conocidos en Europa a DRI los presentaban como sus hermanos pequeños. GRB también eran más mayores que nosotros. Tenían 3 ó 4 años más, que no es nada, pero no es lo mismo tener 15 que tener 19, había mucha diferencia.
Con L’Odi nos conocíamos todos de ser punkis callejeros antes de formar la banda. Lo típico: íbamos al local de L’Odi y yo me ponía a tocar con ellos versiones de lo que fuera, de lo que escucháramos. Éramos la peña. Luego, a medida que ha pasado el tiempo, nos hemos ido distanciando un poco y a medida que se crearon las bandas cada una iba haciendo sus colegas. Pero al principio, cuando no existían las bandas, éramos una colla, éramos una peña, acabábamos en los mismos bares. Unos han llegado antes y otros han llegado después.

No quiero pecar de incorrecto, pero hay gente que hace las cosas para difundir un mensaje o para difundir un estilo de música y hay gente que las hace para obtener un cierto reconocimiento, algo un punto elitista. Ha habido gente que, por tocar en una banda, por montar bolos o por hacer un fanzine antes, piensa que es mejor que tú

Con Anti/Dogmatikss nos encontrábamos más en los conciertos o en Informe. Ellos sí que empezaron a traer bandas pequeñas de gira, discos para vender de bandas italianas, de BGK, etc. No quiero pecar de incorrecto, pero hay gente que hace las cosas para difundir un mensaje o para difundir un estilo de música y hay gente que las hace para obtener un cierto reconocimiento, algo un punto elitista. Ha habido gente que, por tocar en una banda, por montar bolos o por hacer un fanzine antes, piensa que es mejor que tú. Con Ferran y con Joni sí que había una relación porque parábamos por los mismos sitios. Si ellos hacían un fanzine yo se lo compraba y si lo hacía yo viceversa, pero no eran de nuestra peña. Nosotros, al hacer la banda, ya teníamos nuestros colegas: el Damned, el Puril… Éramos otra peña. Ellos fueron una corriente nueva de gente muy productiva que hizo muchas cosas, que tuvo muchos contactos en el extranjero. Nosotros nos movíamos más a nivel local.
Con Subterranean Kids, todos menos Pep (que era uno o dos años mayor) y Marc (que era bastante más mayor y tenía mucha más experiencia tocando en bandas) éramos de la misma edad. Mimo y yo nos llevamos 27 días. Tinín era un poco más joven. Cada uno es un mundo. Antes todos éramos muy jóvenes, mucho más radicales; no sabíamos escuchar tanto e íbamos a la nuestra. Siempre había roces. Con la edad aprendes a escuchar, a que no se haga siempre lo que tú quieres que se haga. Yo creo que todos hemos sido duros, duros de personalidad con una actitud fuerte, y por eso chocábamos en algunas cosas. Pero si lo miras en cuanto a resultados, es una banda que ha grabado 4 ó 5 discos, que ha girado un par de veces por Europa… No ha estado mal del todo. A mí me hubiera gustado que Pep hubiera venido de gira en el ‘87, poder girar con el guitarrista original y que viera lo que yo había visto con anterioridad, en el ‘84-’85: la escena holandesa, la italiana, conocer a la peña de Wretched, de Impact… Y coger esa idea y trasladarla a Barcelona y empezar a montar algo parecido con conexión con el extranjero; montar conciertos, distribuir material alternativo, etc. Quizá los demás no salieron tanto y por eso creo que yo he sido la conexión para que Subterranean saliera a flote, para crear la banda, para pillar el estilo. Pep tenía que venir de gira
en el ‘87, y como no pudo la cancelamos. En el ‘88 lo miramos con más tiempo, pero un mes antes también nos dijo que no podía venir, y esta vez en vez de cancelar decidimos hacerla con el Damned, que ya se quedó de guitarrista fijo hasta la fecha. Pep hizo con Fernando algunos bolos, pero fueron contados.
Lo que nos marcó mucho al salir fuera fue el nivel de las bandas, que era altísimo, y que había un montón de sitios donde poder tocar. Podías tocar cada semana, cosa que en España era imposible. Nuestro primer bolo de la gira fue con HDQ y nos quedamos impresionados con la energía de la banda. La gira fue un poco a la aventura. En principio fuimos para siete conciertos. De subida ya se petó la furgoneta que llevábamos de Felipe de Monstruación. Alquilamos otra a un chaval de Alemania y tuvimos un accidente en el que casi nos matamos. Al final hicimos 22 conciertos, compramos una furgoneta y pudimos volver. En el ‘90 volvimos con una gira mucho más organizada, ya que nos ayudaron los amigos del In der Au, el squat de Frankfurt. En principio no tenía fin, eran dos o tres meses y se iban cerrando bolos sobre la marcha. Teníamos que haber ido a Polonia, a Chequia, al este de Europa, pero al segundo mes, cuando llevábamos unos treinta y pico bolos, a Marc se le cruzaron los cables y cada concierto se convirtió en una bulla. Se ponía muy violento y le quería pegar a todo el mundo. Quería pegar a Mimo, pegó al Tejón, le sacó una navaja al Cap Cap… Así que la gente de Frankfurt le dijo que no lo querían allí, que se largara. Le pagaron el billete de tren, le acompañaron a la estación, lo metieron en el vagón y lo enviaron de vuelta a Barcelona. Nosotros nos quedamos porque la gente del In der Au insistió. Tenían preparado un final de fiesta en su okupa y querían que tocáramos, así que
ensayamos unos cuantos temas con diferentes bajistas y de ahí salió la grabación del single que editó BCore.

Tropel Nat

Tropel Nat se formó a raíz de que Subterranean Kids o GRB existieran. Digamos que surgió de las influencias que nosotros pudimos causar a otra gente. Enric era un guitarra heavy-trashero a quien le molaba Metallica, Megadeth, Slayer, etc. Pero al mismo tiempo flipaba con Crumbsuckers, Septic Death, etc. A Kio, el bajista, lo conocimos tocando Subterranean Kids en el gaztexte de Andoain. Salió de una manera natural y espontánea. En los primeros dos meses se hizo el repertorio básico. Marc, que durante una temporada había estado con Anti/Dogmatikss, pasó a ser nuestro vocalista. Enric era un guitarra muy técnico y muy rápido que no tenía nada que envidiar a los guitarras de GRB, pero tocaba de otra manera. Kio, más que un bajista es un bajista solista, tiene una manera muy peculiar de tocar el bajo. Y Marc también aportaba su granito de arena con su tono particular de cantar. Era un sonido muy peculiar, de difícil digestión. A mucha gente le gustaba mucho y a otra no le gustaba nada. Había otra gente a quien musicalmente le gustaba la banda pero no soportaba la voz. Grabamos un par de maquetas en el local y decidimos que en vez de venderlas haríamos camisetas y regalaríamos la cinta con las camisetas. Tropel Nat siempre ha sido un punto y aparte.

Tropel Nat

Drogas

Una cosa definitiva es que ahora mismo nos estamos centrando en hablar prácticamente de música e influencias, pero hay que tener en cuenta que a los primeros punkis la música les llegaba a pinceladas. Tanto escuchaban a Patti Smith o a Lou Reed como a los Pistols o The Damned. Era una corriente diferente. A nosotros nos motivó mucho coleccionar discos, conocer bandas. Ya nos motivaba mucho la música en sí. Antes no tenías esa facilidad y la gente se refugiaba en las drogas. Muchas amistades se basaban en las drogas. Si tú tenías un colega con el que cada vez que salías te metías tres rayas y te ponías hasta arriba de priva, eso creaba un vínculo, un círculo vicioso. Igual que a nosotros nos une la música o nos hemos conocido a raíz de la música, por la banda, por lo que escuchábamos, etc., hay otra gente que se conocía por las drogas. Y las drogas ya se sabe, tienen dos caras. Te lo pasas muy bien y te diviertes hasta que dejan de ser divertidas. Y hay gente que se ha quedado en el camino porque se le han torcido las cosas.
Cuando empecé en el punk era un niño, tendría 11, 12 ó 13 años. No tomaba drogas, las empecé a tomar más tarde, pero los colegas de mi
hermana y toda la gente mayor que yo sí que estaban metidos en un mundo turbio. Ten en cuenta que en un bar normal no te dejaban entrar si llevabas chupa de cuero, gafas negras o el pelo tieso. Pensaban que eras un macarra y que les ibas a reventar el bar. Era todo muy marginal. Salías a la calle y te miraban mal y había bullas, te colabas en el metro y más bullas; te encontrabas unos fachas y más bullas todavía. Y ninguna de esa gente joven tenía la alternativa de montar una banda, hacer un fanzine o tener un lugar de reunión. La gente se buscaba la vida por la calle y te juntabas con lo mejor y con lo peor, con amigos que te marcaban para toda la vida y con gente que a muchos se la han arruinado.

A los primeros punkis la música les llegaba a pinceladas. Era una corriente diferente. A nosotros nos motivó mucho coleccionar discos, conocer bandas. Ya nos motivaba mucho la música en sí. Antes no tenías esa facilidad y la gente se refugiaba en las drogas. Muchas amistades se basaban en las drogas

Yo creo que el speed es la droga que se ha mantenido y que sigue vigente hoy en día. No es tan caro como otras drogas. El speed era la droga nazi. Es una anfetamina en estado puro y se la inyectaban a los soldados en el frente. No sé si leí que un 30% de la población en España consume drogas. Si no es alcohol, es cannabis; si no es cannabis, es cocaína… El tema Borrachos y orgullosos pisando cascos rotos…, Sin cerveza no hay revolución [Parte de la letra “Bolingas” de Shit S.A. popularizada por Skatalà], el PGB y el rollo Azagra también han hecho mucho daño.
En Europa todas las corrientes del underground americano llegaban a pinceladas y cada uno las interpretaba como podía o como quería. Yo me había llegado a pintar una ‘x’ en la mano por leer el TVOR [Popular fanzine hardcore italiano de los ‘80]. En el TVOR salían fotos de bandas como Declino, Negazione… con toda la gente haciendo slam, pogo, etc., y con las ‘x’ en la mano pintadas. No significaba que
todos fueran straight edge; la utilizaban como signo de identidad respecto a lo que era el hardcore en general. Es como el tema de las bandanas: las llevaban las bandas callejeras de Los Ángeles para distinguirse unos de otros, y en cambio en la escena hardcore las bandanas se utilizaron de forma diferente. El straight edge está muy bien para la gente joven, es aconsejable que no se metan en las drogas de sopetón. Pero luego hay que empezar a pensar por uno mismo y dejarse de clichés y de eslógans.
Fotografía de portada: Boliche en el estudio durante la sesión para el recopilatorio “No 92” editado por El Lokal (Foto: Pep Rasta)

Extraído de Harto de todo: Historia oral del punk en la ciudad de Barcelona 1979-1987 de VV. AA. (BCore, 2011)


Al habla Carlos Buira “Boliche”. Nacido en 1967. Barrio Chino (Barcelona)

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